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Los agricultores exigen un plan de regadíos que ahorre y preserve agua
VALLADOLID- Los agricultores de nuestra Comunidad se encuentran en vilo y muy pendientes del cielo cada día esperando a una lluvia que no llega, y que es más necesaria que nunca para salvar al menos una parte de los cultivos de regadíos de la campaña de este año, que ya dan casi por perdida.
Con motivo del Día Mundial del Agua, la Alianza por la Unidad del Campo que conforman las organizaciones agrarias Coag y Upa insisten en la necesidad de modernizar los regadíos para mejorar la eficiencia en el riego que permita ahorrar y presevar agua. Un recurso cada vez más escaso y, por lo tanto, más valioso. Para ello, los agricultores exigen tanto al Gobierno de España como a la Junta de Castilla y León la puesta en marcha cuanto antes de un plan especial de modernización de los regadíos de la Comunidad, basado en el sentido común, en las buenas prácticas agronómicas y en la eficiencia.
Asimismo, Coag y Upa piden a las administraciones que propongan los cambios normativos que sean necesarios para que los propietarios de tierras que no tengan interés en modernizar sus regadíos se sientan obligados a hacerlo por Ley y por el interés general del sector para presevra el agua. «Tenemos que producir más con menos agua», señalan desde la Alianza por la Unidad del Campo, desde donde advierten de las «graves carencias» en materia de infraestructuras relacionadas con los regadíos en nuestra Comunidad cuando, además, Castilla y León es una zona especialmente sensible a los cambios climáticos y cuando la cantidad de agua que se recoge cada año sigue disminuyendo.
Crece el riego por goteo
Castilla y León cuenta con cerca de 413.000 hectáreas de regadío, el doce por ciento el total en España y es la segunda comunidad en superficiede regadíos cultivados por detrás de Andalucía. El maíz es el cultivo mayoritario en la Región, con 113.000 hectáreas, seguido del trigo, con 63.000 hectáreas; la cebada, con 52.000; y la remolacha, con 35.000 hectáreas. Asimismo, destaca el aumento de la superficie regada por goteo en los últimos años. Actualmente, se riega por este sistema en 20.000 hectáreas, mientras que el riego tradicional por gravedad se sigue utilizando en 151.000 hectáreas, el 36,6 por ciento de los regadíos; y la aspersión, en 127.000 hectáreas.
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