Estados Unidos
Franquismo argentino
Mi conocida jueza federal argentina María Servini de Cubría no ha admitido a trámite la querella presentada ante el Rey, Adolfo Suárez y Manuel Fraga por los crímenes cometidos durante el franquismo. Esa jueza dobla en sensatez al juez Baltasar Garzón y le indica su camino. Entiende que no se puede hacer justicia universal; que nuestra Guerra Civil no la compete y que no tiene motivos para pedirle responsabilidades al Rey de España. Es como vernos en el callejón del gato, espejos deformados para rientes. Aquí Garzón y sus mariachis se empecinan en llevar a juicio al Almirante Massera o al Teniente General Jorge Videla, ambos están nonitos con la baba puesta, y en el Río de la Plata quieren llevar a galeras al Borbón y a Adolfo Suárez que no sabe quién es ni tampoco quién ha sido. Estas cosas sólo suponen un horror pretendidamente judicial. Cuando empujas demasiado una puerta la puedes voltear y acabas dándote en las narices. Si insistes en enjuiciar a los bárbaros militares del Cono Sur puedes acabar encontrándote con que acusen al dictador Primo de Rivera, a Alfonso XIII y a Isabel II, aunque sólo fuera por jovenzuela sicalíptica. La Historia como carrusel jurídico, y la verbena de cada cual. La utópica justicia universal no es retroactiva (salvo para el nazismo) y no tiene sentido con el veto de Estados Unidos y China. ¿A estos cagaletras se les ocurre abrir un proceso contra los inmensos crímenes del estalinismo? Menos mal que la jueza federal argentina Servini de Cubría tiene las ideas en la cabeza y no en otro sitio.
✕
Accede a tu cuenta para comentar