Castilla y León

«No tendría pase que perdieramos el liderazgo en energía eólica en España»

Los promotores ven en las renovables una fuente de empleo esencial ante la crisis y urgen una reforma energética que dé seguridad jurídica

Parque eólico de Cogollos II, en Burgos
Parque eólico de Cogollos II, en Burgoslarazon

Valladolid- Castilla y León lidera desde hace años el ránking de la potencia eólica instalada en España, con cerca de 5.500 megavatios, que salen de los 208 parques eólicos existentes en toda la Comunidad, especialmente en Burgos y Soria, provincias que generan 1.800 y 1.146 megavatios de energía, respectivamente. Y subiendo, puesto que nuestra Comunidad es, además, la región de la España autonómica que más creció durante el año pasado en instalaciones que convierten en electricidad la fuerza del viento, a pesar del parón generalizado existente por la crisis económica así como por la deseada y anunciada reforma del mercado energético español, que no termina de concretarse y tiene en el aire a multitud de proyectos en la Región.

Desde la Asociación de Promotores Eólicos de Castilla y León (Apecyl), su secretario general, Eugenio García, destaca el buen momento que vive el sector eólico en la Región, fruto del buen trabajo realizado hace años, y se marca como reto para los próximos años generar el 25 por ciento del total de energía eólica de España. Algo que ve posible a corto plazo teniendo en cuenta el enorme potencial que tiene por delante Castilla y León, con otros 1.500 megavatios autorizados aún sin explotar, y porque España, si quiere cumplir con sus compromisos medioambientales ante la Unión Europea, el próximo año deberá contar con entre 35.000 y 38.000 megavatios eólicos, casi diez mil más de los que genera en la actualidad. Pero García advierte de que en estos momentos solo hay en construcción unos cinco parques en Castilla y León, que generarían alrededor de medio centenar de megavatios.

Las renovables son el futuro
García entiende que con la que está cayendo el Gobierno tenga otras prioridades, pero insiste en que las energías renovables son un yacimiento de empleo importante frente a esta crisis y recuerda que la dependencia energética de España es brutal -importamos de otros países el 80 por ciento de la energía que consumimos los españoles y nos gastamos 60.000 millones de euros en petróleo, gas y carbón- y que estas energías limpias tendrán cada vez más peso en el futuro.

Y especialmente, la eólica, que, según el último informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) supondrá en apenas cinco años el 16,7 por ciento del consumo eléctrico en todo el mundo. «España y Castilla y León no deben dejar escapar esta oportunidad ni perder el liderazgo que ostentan en las renovables», señala Eugenio García, mientras insiste en que éstas son un yacimiento que, bien llevado, «nos va a dar muchas alegrías y oportunidades de negocio, ya que nos hará independientes energéticamente hablando y ahorraríamos mucho dinero». Y finalmente, urge al Gobierno a llevar a cabo una reforma energética que, sobre todo, dé seguridad jurídica al sector, e imponga unas reglas del juego que no se cambien en función del Gobierno de turno para que los inversores confíen y respeten a España.

 

«El ciudadano será el pagano de la ‘ecotasa'»
Eugenio García Tejerina rechaza la denominada ‘ecotasa', el impuesto con el que la Junta grava a las empresas su afección medioambiental causada por el aprovechamiento de agua embalsada, por lo parques eólicos y por las instalaciones de transporte de energía de alta tensión. «Ni es ecológica ni es una tasa», afirma el secretario general de Apecyl, para quien este impuesto «inconstitucional» tiene un único fin recaudatorio que, además pone en peligro la continuidad de inversiones en este sector en Castilla y León así como la llegada de nuevas empresas, «porque es más caro generar energía eólica en nuestra Comunidad que en comunidades limítrofes». Advierte de que los castellanos y leoneses acabarán pagando esta ecotasa en su recibo de la luz, «pero no porque las renovables, y en este caso la eólica, sean caras, sino por los costes artificiales derivados de los impuestos».