Primera División

Valencia

Sin excelencia

La Razón
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Aunque parezca mentira un día de estos quedaremos para hablar de fútbol. En las tertulias, lugares de trabajo y medios, se perora sobre la última patochada de José Mario dos Santos, de su conflicto con Valdano, de la actitud de Florentino Pérez de no conceder al míster todas las prerrogativas que éste creía poder alcanzar, de los conflictos con los árbitros, no de los errores en el Bernabéu contra Valencia y Villarreal, y con estas vamos tirando y olvidándonos de que se había fichado a un señor para alcanzar la excelencia y de ésta nunca más se supo.

Todo es tirar balones fuera. Hemos convertido al Madrid en la casa de tócame Roque gracias a un entrenador que, encima, se cisca en el contrato que tiene firmado y anuncia que si no se le complace se irá en junio. Fundamenta su permanencia a que le otorguen el poder que pide, a que el equipo lo construya a su modo y manera y que nadie rechiste cuando exija un delantero como Hugo Almeida. Se quedará si el club manda a Canales a otro club para que se entretenga y traspase a Benzema, que le estorba.

Todas estas cuestiones son humo de pajas. Todo está destinado a ocultar la incomodidad que crea el equipo al que no se le ven mejores maneras que al del año pasado. El Madrid se justifica ganando partidos y, a veces, de manera épica. Su juego no responde a lo invertido en futbolistas y entrenador. Y éste no hace otra cosa que buscarse coartadas y culpar al club.