La CE incluye el Corredor Mediterráneo hasta Algeciras como eje prioritario

VALENCIA/BRUSELAS- En la Comisión Europea se seguía trabajando ayer para decidir qué ejes ferroviarios entrarían dentro de la red estratégica de transportes. Aunque fuentes comunitarias insistían en que hasta momentos antes de hacerlo público podría haber variaciones, lo cierto es que a última hora de la tarde se confirmaron avances muy positivos. El Corredor Mediterráneo llegará hasta Algeciras, afirmación que se había puesto en duda en varias ocasiones durante los últimos meses.

El eurodiputado popular, José Manuel García Margallo, explicó ayer que el trazado no se completará tal y como se ha venido reclamando. La parte sur, en la que más dudaba la CE por su rentabilidad, comunicará Cartagena- Almería y Granada, concretamente Bobadilla, y de esta población buscará Algeciras con dos opciones que, al cierre de esta edición, todavía no estaban claras. Desde Granada proseguirá directamente a Algeciras o subirá hasta Sevilla, cumpliendo así la filosofía de la CE, que busca unir grandes nudos de población. La gran perjudicada será Málaga, que se descarta por «dificultades» orográficas.

España va a ser el gran beneficiario de los proyectos que la UE dedicará a mejorar las conexiones de transporte entre los Estados miembros. Además del Mediterráneo, la CE propondrá que el corredor del Atlántico y la conexión Madrid-Lisboa formen parte de la lista de diez corredores estratégicos para las infraestructuras europeas, y que se repartirán hasta 2020 los 31.700 millones que Bruselas destinará para crear un verdadero espacio único de transporte en Europa. España tendría que aportar entre un 60 y un 70 por ciento de los costes de los proyectos, con la «obligación legal» de concluirlos antes de 2030.

Además, el corredor central, que unirá España con Francia atravesando la parte central de los Pirineos, y por el que Aragón lleva tiempo empujando, tiene posibilidades de quedar incluido.
La lista se ha elaborado en base a una «metodología» sólida –volumen de pasajeros y mercancías, capitalidad, importancia económica, madurez de los proyectos…– se discutirá en los próximos dos años por el Parlamento Europeo antes de que los Veintisiete lo aprueben.