Desorden socialista

No es bueno que el PSOE se haya instalado en el desorden ideológico y el caos organizativo, porque es inquietante que uno de los dos grandes partidos esté desorientado. El desastre electoral del 22-M ha conducido a un éxodo político, ya que miles de concejales, diputados, asesores y responsables de empresas públicas están buscando trabajo. Tras varias décadas gobernando en autonomías, diputaciones y municipios ahora se encuentran en una situación que debería ser normal pero resulta excepcional. Hay un exceso de políticos que llegaron a esos cargos sin haber cotizado y ahora afrontan el vértigo de no saber qué hacer. Con estos mimbres es difícil afrontar una campaña electoral, porque el PSOE está abierto en canal. Rubalcaba afronta el difícil reto de motivar a los militantes y dirigentes del partido así como mantener a un electorado que le ha dado la espalda. El escenario más favorable es no repetir el 22-M y que la distancia con Rajoy sea la mínima posible. El sueño, creo imposible, es que el PP no tenga mayoría absoluta. El error es radicalizarse.