Arenys de Munt hará una consulta para decidir si ondea la bandera española

BARCELONA– Arenys de Munt quiere volver a protagonizar titulares, que fotografíen a sus ciudadanos y que los focos de las cámaras de televisión estén pendientes de ellos. Dos años y medio después de celebrar el primer referéndum simbólico sobre la independencia de Cataluña, el pleno municipal de esta población del Maresme aprobó anteayer una iniciativa del partido independentista CUP, con el apoyo de CiU y ERC, que avala la celebración de otra polémica consulta popular. Esta vez, los ciudadanos deberán decidir si debe o no ondear la bandera española en la sede del Ayuntamiento.

Tras la iniciativa, está el mismo alcalde de Arenys de Munt, Josep Manel Ximenis, de la CUP, que se proclamó vencedor en las elecciones municipales del pasado mes de mayo, después de haber hecho de portavoz de la comisión organizadora de la consulta independentista del 13 de septiembre de 2009.

Sumar apoyos
Ximenis, uno de los hombres del pequeño ejército que se enfrentó al Poder Judicial, instó ayer a otros municipios de Cataluña a secundar la consulta sobre la bandera. «Sería muy interesante que más municipios hiciesen consultas, para que entonces sea la opinión de todo un país, y no la de un pueblo», comentó.

Hace dos años y medio, 500 municipios catalanes siguieron el ejemplo de Arenys y se sumaron a la celebración de un referéndum soberanista.

Pero ahora, la delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna, no se lo va a poner tan fácil. Hace dos días avisó que velará por que los municipios cumplan la Ley de Banderas.

La delegada del Gobierno demostró que no se anda con rodeos tras lo ocurrido en Sant Pol de Mar. La también población del Maresme ignoró una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) en la que le reclamaba que izara la rojigualda y además permitió una «performance» de la Asamblea Nacional, el pasado 18 de febrero, que consistió en quemar una enseña nacional frente al Ayuntamiento. Llanos de Luna envió un requerimiento a la alcaldesa de Sant Pol de Mar, Montserrat Garrido (CiU), que acabó izando la bandera de España.

Después de Sant Pol de Mar, el Gobierno ha hecho cumplir la ley en los edificios de los ayuntamientos de Palamós y Palafrugell, dos poblaciones de la costa gerundense. Arenys de Munt, con el referéndum sobre la bandera, pretende plantar cara a la Delegación del Gobierno, a la que Ximenis acusa de «imponer de forma anacrónica un símbolo de ocupación como la bandera española en Cataluña».

El alcalde de Arenys de Munt aplaudió que en la localidad la enseña nacional no ondea en la fachada del Consistorio desde hace tres décadas «y no ha habido ningún problema».

Para burlar la ley, tal y como ocurrió en 2009, la consulta sobre si debe o no ondear la bandera de España en el edificio del Ayuntamiento de de Arenys de Mar no la organizará el propio Consistorio, sino diferentes entidades de corte independentista. Según el texto que aprobó el pleno municipal, el Ayuntamiento dará «apoyo logístico» a la consulta popular y «colaborará» en las actividades que puedan organizarse para promocionarla.

El referéndum independentista, donde el «sí» se impuso con el 96 por ciento de los votos, aunque sólo participó un 41 por ciento de los ciudadanos, 30 puntos menos que en las generales, se votó en un centro social, por el que desfilaron políticos de CiU y ERC para hacerse la foto.

Tras esta primera convocatoria, en la que se podía participar a partir de los 16 años, hubo diversas oleadas que acabaron en Barcelona, con una consulta en la que participaron políticos como el propio presidente de la Generalitat, Artur Mas.

La Ley de Banderas de 1981
Artículo cuarto
Autonomías
En las Comunidades Autónomas, cuyos Estatutos reconozcan una bandera propia, ésta se utilizará juntamente con la bandera de España en todos los edificios públicos civiles del ámbito territorial de aquélla. La bandera de España será la más destacada (art. sexto).