Alimentación

Mejor convencer por Marta Robles

La Razón
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Ahora que acabamos de saber que la ley antitabaco no ha conseguido erradicar la práctica y que, además de producirse un repunte en el consumo, se ha detectado que los adolescentes comienzan a fumar aún más jóvenes, hay que asumir que las prohibiciones sirven para poco. Bien lo sabe la ex ministra de Sanidad Elena Salgado, que cuando prohibió la hamburguesa XXL acabó recibiendo las críticas de todos, incluida la mía, y, naturalmente, no consiguió que ni niños ni mayores la cambiaran por un filetito a la plancha. Reza un dicho popular que «a los caballos no se les vence, se les convence». Y yo creo que ahí está la clave para introducir los hábitos saludables entre la población. Hasta que no seamos todos plenamente conscientes de los beneficios de una dieta equilibrada y de la necesidad de hacer ejercicio, será casi imposible que nos resistamos a panchitos, bizcochitos y otros venenos repletos de grasas saturadas y que entendamos que el sobrepeso no es sólo uno de los principales enemigos de nuestra estética, sino también de nuestra salud. La imagen del gordito feliz ya es para muchos una falacia, pero aún quedan algunos que se muestran orgullosos de sus tripitas cerveceras y que no reparan en que toda esa grasa que se ve en su contorno abdominal esconde, detrás, toda la que anda taponando sus arterias. No se trata de implantar la dieta mediterránea por decreto, pero sí de hacer saber que el comer inadecuadamente es el mejor pasaporte para las enfermedades más mortales de nuestro tiempo: las cardiovasculares. Unas asesinas más silenciosas y traicioneras que el mismísimo cáncer, que nos acechan desde el fondo de nuestras grasas.