África

El Cairo

La confusión se instala en Egipto

El Ejército evita informar sobre el estado de Mubarak, mientras su círculo niega «la muerte clínica». El rais está acompañado por su mujer y sus hijos

La confusión se instala en Egipto
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el cairo-Después de una larga noche de rumores y noticias sobre el estado de salud del ex presidente Hosni Mubarak, Egipto se levantaba ayer en calma, en medio de un sospechoso silencio oficial. Estaba previsto que la Junta Militar –que gobierna el país desde el derrocamiento del dictador en febrero de 2011– informara oficialmente sobre el estado de salud del faraón, pero los egipcios siguen sumidos en la incertidumbre, tanto respecto a Mubarak como al futuro del país. «Mubarak ya está muerto, pero esperarán a anunciarlo hasta que se conozcan los resultados de las elecciones», asegura Aaalan, un hombre mayor, mientras busca resguardarse del sol en una callejuela de El Cairo. Hoy estaba previsto que la Comisión Electoral (CE) anunciara los resultados de los comicios, después de que los Hermanos Musulmanes hayan declarado la victoria de Mohamed Mursi con un 52% de los votos, al igual que lo ha hecho su rival, el candidato «mubarakista» Ahmed Shafiq, que asegura haber obtenido el 51,5% de los votos. Pero las autoridades han decidido posponer el anuncio, alegando que necesitan más tiempo para estudiar las quejas presentadas por los candidatos, que serían más de 400. La CE tiene en sus manos el destino de Egipto, ya que su palabra es la última e inapelable.

«Todo puede pasar, pero esto no es más que un juego», asegura Nasser, junto a Aaalan. «Buscan distraer la atención de los problemas reales del país y de los movimientos de la Junta Militar», explica Nasser, según el cual es demasiada coincidencia que las noticias sobre la repentina «muerte» de Mubarak se difundieran justo cuando en la plaza Tahrir había decenas de miles de personas protestando en contra del golpe de Estado «constitucional» llevado a cabo por los generales en los pasados días. Las teorías conspiratorias no han cesado desde que Mubarak fue declarado «clínicamente muerto» por la agencia estatal Mena el martes. Pocas horas después pasó a estar «técnicamente vivo», despertando las sospechas de que sus supuestos dos infartos y un derrame cerebral fueron una farsa para poder salir de la cárcel, donde se encontraba desde el 2 de junio, cuando fue condenado a cadena perpetua.

El rais fue trasladado rápidamente en helicóptero al hospital militar de Maadi, donde había permanecido en los meses anteriores bajo arresto y donde sus abogados han pedido que esté en lugar de ingresar en prisión. Ayer, pocas informaciones se filtraban sobre su evolución. El ex mandatario de 84 años se habría estabilizado, pero seguiría en coma y conectado a un respirador artificial. Su mujer, Suzanne, estaría junto a él e incluso sus dos hijos, Gamal y Alaa, se les habría concedido el permiso de acompañar a su padre para salir de la cárcel.