Jerez de la Frontera

Vuelve el genio Morante

Y en el Día del Santo... comienza el desembarco de las figuras. Con un cartel de campanillas para celebrar San Isidro, el 15 de mayo marca el arranque de una semana en la que por el coso de la calle de Alcalá desfilará la flor y nata del escalafón superior.

La Razón
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Como aperitivo de lujo, la confirmación del torero mexicano Arturo Saldívar, con Alejandro Talavante como testigo. Dos buenos alicientes. Sin embargo, que nadie se engañe. Ni éste ni el confirmante –primero de los cinco diestros aztecas que harán el paseíllo en el ciclo en lo que será un hecho histórico– serán, a priori, el faro hacia el que dirija todas sus miradas la afición venteña. El candil lo portará Morante de la Puebla. El sevillano trenzará hoy el primero de los dos paseíllos que tiene contratados en Madrid este año. También lo hará en junio con la corrida de la Beneficencia. Turno hoy para su primera bala: los de Núñez del Cuvillo le aguardan en chiqueros. La misma divisa con la que triunfó hace un puñado de horas en la Feria del Caballo.

En Jerez de la Frontera formó un alboroto. Tomó los palos, quebró con ellos, toreó de rodillas, trazó trincherillas marca de la casa y dibujó una faena sublime para desorejar al quinto. En Las Ventas, saben cómo se palpita todo ese torrente de Arte. Y lo esperan. Como ese agua de mayo que descargó ayer en la capital del toreo. Algo parecido sintieron en la Beneficencia de 2007, cuando el genio Morante se encerró con seis toros –ya lo había hecho tres años antes con menor fortuna– y le sobrevino la cornada en el quinto. Salió de su lámpara particular –la enfermería– paracumplir el deseo de más de veinte mil almas.

Meció el capote a la verónica, galleó por chicuelinas, banderilleó e hizo todo cuanto fuera menester para poner la plaza al revés. Dos años más tarde, Madrid volvió a estremecerse con su toreo. Antología del toreo de capote frente a «Sinfonía» del recién fallecido Juan Pedro Domecq. El año pasado también paladeó al de La Puebla con un trepidante tercio de quites con su paisano Daniel Luque. Sin embargo, Madrid, con el regusto del que sólo ha degustado una pequeña muestra, sigue preguntándose, ¿qué pasará el día que al genio Morante le toque un toro de verdad?