Y si no hay NBA

Los jugadores contestaron con un rotundo «no» al ultimátum que les lanzó David Stern. El comisionado de la NBA presentó hace unos días su última oferta, bajo la amenaza de que si no les parecía lo suficientemente buena, la siguiente sería mucho peor. Los representantes de los 30 equipos votaron ayer en Nueva York a mano alzada y por unanimidad decidieron seguir luchando. Además de tirar a la basura el fax enviado por los propietarios, decidieron disolver el sindicato, que se convertirá en una asociación comercial para llevar el ya famoso «lockout» a los tribunales.

La estrategia ahora es comenzar con una serie de denuncias individuales contra la Liga, acusándola de prácticas antimonopolio. La noticia, sin ser buena para los millones de seguidores que están esperando a que la temporada comience, no tiene que significar necesariamente el adiós a toda la temporada. Puede que así sea, pero también es posible que este punto de inflexión se convierta en el principio de la solución.

Este mismo camino siguió el conflicto en la NFL (la Liga de fútbol americano), y acabó resolviéndose. Ahora la amenaza de que el balón no ruede en todo el curso es más real para los propietarios, que pierden parte de la posición de fuerza que han mantenido últimamente. El tiempo estaba a su favor, pero tampoco pueden permitirse que no haya baloncesto. Con las demandas de los jugadores acechándolos, puede que escuchen más atentamente a la otra parte y que los abogados (los mismos que en el caso de la NFL) se entiendan incluso antes de que el juez llegue a intervenir.

«Ésta es la mejor opción que tienen los jugadores para que pueda darse un proceso justo», decía Billy Hunter, director ejecutivo del sindicato de jugadores, flanqueado por el presidente, Derek Fisher, y Chauncey Billups, otro de los pesos pesados sobre el parqué. Detrás, Kobe Bryant y varias decenas de jugadores más que escuchaban muy serios, dando una imagen de unión total.

«El límite, enero» temporadaa
El comisionado David Stern se dirigió desafiante a los jugadores: «Si piensan que con su estrategia van a intimidar a los dueños, están equivocados. A la larga tendremos convenio, pero la temporada corre peligro»., aseguró el directivo. La primera semana de enero marca el límite para que exista el curso 2011-2012, aunque sea en formato reducido.