Guerra abierta por el control de Sacyr

Madrid- Por si alguien albergaba dudas, la junta de accionistas de Sacyr dejó ayer al descubierto la guerra sin cuartel que libra su presidente, Luis del Rivero, por un lado, y Demetrio Carceller y Juan Abelló, accionistas que controlan el 25,3% de la compañía, por otro. La contienda, que promete ser larga, vivió una primera batalla pública de la que Del Rivero salió victorioso. Carceller y Abelló consideran demasiado presidencialista la gestión de la constructora y están maniobrando para restar poder a Del Rivero, que se anotó un primer tanto al conseguir colocar a dos consejeros afines más en el consejo de administración.
El día 12, la dirección de Sacyr debía aprobar el nombramiento del nuevo consejero en representación de Carceller y otros dos en representación de Fuertes y Moreno, ambos propietarios de un 5% de la constructora tras las recientes ampliaciones de capital. Del Rivero, sin embargo, propuso que se nombraran dos más: uno en representación de Rimefor, la firma a través de la que él mismo posee el 12,6% de Sacyr; y otro en nombre de Cymofag, la compañía con la que Manuel Manrique, consejero delegado y afín a Del Rivero, ostenta el 6,2% de la constructora. Del Rivero argumentó entonces y ayer que, como consejeros ejecutivos que son, su participación en la compañía no está representada en el consejo.
No lo entienden así, sin embargo, Abelló y Carceller. Los representantes de Torrealta y Disa, las firmas a través de las cuales participan en Sacyr, argumentaron ayer que la maniobra de Del Rivero es «irregular, abusiva e injustificada». Entienden que ha utilizado su posición para conseguir dos aliados en la dirección y que la decisión no fue sometida al consejo de nombramientos, algo que desmintió el presidente de la constructora. Por ello, Abelló y Carceller se plantean impugnar la junta, que dio luz verde a los representantes de Del Rivero y Manrique, con lo que el consejo pasará de 17 a 19 miembros.
Fuera de esta batalla, Del Rivero explicó que está convencido de que Banco Santander aumentará su peso en el crédito sindicado de 5.000 millones que Sacyr pidió para comprar el 20% de Repsol y que renegociará en la segunda mitad de año.