San José
Angustias «ventiladas» por el Dr Bartolomé BELTRÁN
Menos mal que los 33 mineros sepultados con vida en la mina de San José a 700 metros de profundidad están comunicados mediante una sonda. Oírnos, verles y notar que la posibilidad vital es posible les mantiene con la «ventilación psicológica» necesaria para creer en la salvación y, sobre todo, la esperanza.
Suponemos que todos eran mineros sanos, porque en caso de algún medicado por su salud mental, debería seguir el tratamiento puesto que hay pacientes que trabajan con normalidad y siguen tratamiento psiquiátrico. En realidad los mineros están sufriendo un trastorno adaptativo típico de aquellas personas que sufren un estrés post traumático.
Existen tres grupos de síntomas. El primero consiste en síntomas de hiperactivación autonómica: ansiedad intensa, irritabilidad, insomnio y dificultades de concentración. En ocasiones aparecen ataques de pánico y episodios de agresividad.
El segundo grupo refleja las defensas persistentes de evitación y represión: evitación de todo lo que recuerde el acontecimiento, dificultades para recordar el suceso voluntariamente, distanciamiento, incapacidad de sentir emoción («anestesia emocional») y menor interés por actividades que antes hacía. El tercer grupo consiste en pensamientos intrusos, en los que recuerdos del acontecimiento traumático consiguen penetrar a través de la represión y aparecen como imágenes vívidas repetidas («flashbacks») o pesadillas angustiosas. La ansiedad se hace aún mayor durante estos episodios.
En algunas ocasiones se pueden presentar trastornos desadaptativos, especialmente conductas histriónicas o agresivas persistentes. Cosa que ha parecido ocurrir en aquellos trabajadores de la mina que estaban habituados a consumir alcohol en exceso. Seguro.
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