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Seúl

Encuentran dos civiles muertos en la isla atacada por Corea del Norte

Las autoridades de Corea del Sur hallaron hoy los cadáveres de dos civiles entre los escombros de las viviendas destruidas ayer por el ataque norcoreano sobre la isla surcoreana de Yeonpyeong, informó la Policía.

Con ello se elevan a cuatro las víctimas mortales por el ataque, ya que también murieron dos militares, mientras que 18 personas (15 militares y 3 civiles) resultaron heridas, cinco de ellas de gravedad.

Los dos cuerpos fueron encontrados por los equipos de rescate que trabajan entre los restos de las casas destruidas por los obuses o por los incendios posteriores. Se trata de la primera ocasión desde el fin de la guerra de Corea (1950-1953) que civiles mueren a consecuencia de un ataque norcoreano con artillería en suelo surcoreano, según los medios locales.

Los cadáveres hallados hoy son los de dos hombres de 60 y 61 años identificados como Kim Chi-baek y Bae Bok-cheol, según la televisión surcoreana YTN. Mientras los equipos de emergencia continúan sus labores en las zonas afectadas, el Ejército surcoreano está peinando la isla en busca de otras posibles víctimas y con el fin de cuantificar los daños.

Cientos de habitantes de la isla de Yeonpyeong han huido este miércoles hacia la península de Corea, muchos de ellos con la promesa de no volver a sus hogares después de que el peor ataque desde el final de la guerra en 1953.

"No voy a regresar", asegura Kim Ji Kwon, de 53 años y que trabajaba en el campo cuando se produjo el ataque. Cuando miró hacia arriba pudo ver una columna de humo que surgía de su barrio situado a pocos kilómetros. "Acabo de dejar atrás todo lo que tenía", explica.

Yeonpyeong, una pequeña isla situada a 120 kilómetros al oeste de Seúl, cuenta con una población de unos 1.600 civiles y 1.000 soldados. Se encuentra en aguas del mar Amarillo que reclama Pyongyang pero que Seúl controla desde el final de la guerra.

Unos 340 residentes, en su mayoría mujeres, niños y ancianos, están siendo evacuados por barcos de los guardacostas este miércoles tras pasar una fría noche sin dormir en un refugio improvisado con temor a que pudieran retomarse los disparos.

Aunque no ha habido más ataques tampoco hay consuelo para Cho Soon Ae, que rompió a llorar cuando llegó al puerto de la ciudad de Incheon junto con su hija. "Mi casa quedó reducida a cenizas", relata la mujer, que llega junto con otras personas en una imagen que a los surcoreanos ha recordado la huida de miles de personas hace 60 años cuando comenzó la guerra."Hemos perdido todo, no tengo ni siquiera una muda", lamenta entre lágrimas Cho, que dice que no tiene donde ir en la península, salvo al albergue instalado por el Gobierno.

Alrededor de un centenar de personas también abandonaron la isla el martes, pero muchos han optado por quedarse ya que la evacuación está siendo voluntaria.

"Uno puede ver Corea del Norte desde la isla pero no puede ver Corea del Sur
, pero todos estos años nunca nos habíamos sentido inseguros", asegura Byun Jong Myoung, que abandonó la isla hace años y acudió al muelle a recibir a su cuñada, que ha sido evacuada. "Vamos a decirles que se piensen abandonar la isla", ha añadido.

Lo peor de todo era la dificultad para entender lo que estaba pasando, explica Kim Hoon Yi, que se encontraba visitando a su familia política en la isla junto con su hija de tres años. "Algunas personas decían que era la guerra. Algunos decían que Corea del Norte estaba invadiendo. Algunos decían que era nuestra artillería que había atacado por error, pero era demasiado grande, mucho humo y fuego, como para ser un error", afirma.