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Narciso de Foxá: «Ahora no se gasta ni un solo euro en tonterías»

En 2005 tomó las riendas de un ayuntamiento de la red Gürtel y con unas arcas que, pese a la bonanza, acusaban la gestión de su antecesor, que ahora investiga la Justicia. Cortó por los sano con todo lo que le «olía mal» y ahora, en plena crisis, ha teñido los números rojos de azul. 

Narciso de Foxá: «Ahora no se gasta ni un solo euro en tonterías»
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MADRID- Si el objetivo de la próxima Ley de Transparencia es detectar y prevenir la corrupción y evitar el despilfarro en las administraciones públicas, hay al menos un municipio en la Comunidad de Madrid en el que ya se ha probado su eficacia. «En 2005, en Majadahonda tuvimos que poner en marcha un plan de ahorro y una "limpia"en todas las estructuras del Ayuntamiento, no porque supiéramos que venía la crisis sino porque teníamos la crisis dentro».

Quien lo explica es su alcalde, Narciso de Foxá, concejal desde hace más de 20 años de este municipio que tuvo que tomar las riendas de la Alcaldía hace casi siete años, cuando en España se nadaba en la abundancia y no existían las «herencias envenenadas» excepto en contados lugares entre los que estaba Majadahonda. Las cuentas municipales se escribían con números rojos, los de los 34 millones de euros de remanente de tesorería negativos, y los contratos entre el consistorio y algunos empresarios –de los que posteriormente se supo que lideraba Correa– «ya por entonces no me daba buen olfato», explica De Foxá.

Ahora el déficit se ha convertido en superávit; las cuentas tienen «números azules» y Majadahonda está fuera de la red Gürtel y de los escándalos que llenaron periódicos. Esto último, dice Foxá, «lo hicimos de casualidad, casi sin ser conscientes de que estábamos cortando con lo que luego se llamó Gürtel». Su antecesor tuvo que dimitir después de que el PP conociera que estaba intentando vender una parcela a la mitad de su precio. Posteriormente se supo que quien se iba a beneficiar de dicha operación era una de las empresas que lideraba Francisco Correa. «Aunque en aquel momento (2005) no sabíamos nada de la trama empresarial que luego resultó ser, no me gustaban los criterios con los que el anterior alcalde hacía las cosas. Se cambiaron y luego ha coincidido que desde mi llegada no se volvió a facturar nada con ninguna de estas empresas», concreta. Esta experiencia hace que ahora De Foxá se declare convencido de la necesidad de aprobar una Ley de Transparencia y Buen Gobierno como la que el Consejo de Ministros anunció el pasado viernes.

«La transparencia en política debe ser una exigencia. El dinero público es de los ciudadanos y por tanto éstos tienen que poder ejercer su derecho a saber qué se hace con él». Esta teoría la puso en práctica hace dos años bajo el nombre de «Eje Majadahonda Transparente», que ha llevado a este Ayuntamiento a realizar medidas pioneras en el municipalismo como eliminar los cargos políticos de la Mesa de Contratación, en este consistorio son sólo técnicos, facilitar el acceso a los concursos públicos, criterios de contratación y diferentes propuestas empresariales o retransmitir los Plenos. Ahora además harán público el patrimonio de todos los concejales y De Foxá afirma que lo siguiente debería ser informar de lo gastan cada día los cargos públicos.

«Ya no se gasta en tonterías»
 «Antes, si no te gastabas todo el presupuesto te criticaban. Nadie te agradecía si ahorrabas». Ahora, afirma, las cosas han cambiado: «Si algo bueno ha tenido la crisis es que ya no se gasta en tonterías».

¿Debe estar penado el despilfarro en la Administración pública? Para De Foxá, que tuvo que enfrentarse al despilfarro económico e incluso al moral,la respuesta es contundente: «Es fundamental». Considera que la mala gestión debe penalizarse en las urnas, pero también que «hay situaciones que además deben ser sancionables, como mandar "veinte años atrás"a un municipio por hacer una gestión desmedidamente mala».