Bruselas
La bolsa y el riesgo se toman un respiro tras una semana negra
España e Italia seguían teniendo ayer los mismos problemas que anteayer, o que el martes, o que hace un mes. Sus crecimientos son endebles, necesitan reformas estructurales urgentes para revitalizar sus economías y no inspiran confianza a los inversores.
Sin embargo, y tras soportar una durísima semana de castigo, la presión de los mercados sobre ambas economías aflojó ayer de forma sensible. Rumores de todo tipo y procedencia, pero con visos de ser reales, y el buen dato sobre las cifras del mercado laboral estadounidense obraron lo que parecía una quimera.
Caída mínima
El Ibex 35 cerró la jornada con la menor caída de la semana un, 0,18%, si bien en los cinco días de sesión acumuló unas pérdidas no vistas desde mayo de 2010 del 10%. Milán sólo se dejó un 0,62%. La prima de riesgo española, que escaló hasta un nuevo récord en su apertura al marcar 417,6 puntos, también aflojó hasta los 369 puntos básicos, en buena medida porque el bono español a diez años retrocedió del 6,284% al 6,040 y el alemán escaló desde el 2,300% del jueves al 2,346%.
La italiana, por primera vez desde el primer rescate griego en mayo de 2010, concluyó por encima de la española, en 381 puntos básicos, lo que muestra bien a las claras que el país transalpino goza en estos momentos de menos credibilidad que España.
La rumorología, tan denostada en otras ocasiones por los mercados, ávidos de certezas y enemigos naturales de las incertidumbres y que ayer trajo la distensión, arrancó en Bruselas. En la capital comunitaria se especulaba por la mañana con la posibilidad de que China estuviera comprando deuda de los países periféricos, mientras que otros operadores londinenses especulaban a esa hora con que el BCE continuaba con la compra de deuda de Irlanda y Portugal que reanudó el jueves.
Italia y España
Los que parecían más osados incluso hablaban de la adquisición por parte del supervisor de bonos españoles e italianos. Un rumor éste que se extendió por la tarde al otro lado del Atlántico. A media sesión, el Dow Jones avanzaba un 1,1% entre comentarios de que el BCE estaría dispuesto a ayudar a ambos países a cambio de que realizasen más ajustes.
Minutos después, el rumor empezó a cobrar forma de certeza. Ya con los mercados cerrados, Silvio Berlusconi, primer ministro italiano, anunció que Italia acometerá nuevas reformas económicas que han sido consensuadas con otros líderes de la UE y que acelerará la aplicación de algunos de los ajustes de su recientemente aprobado plan de austeridad.
Habrá que esperar a la próxima semana para ver si el rumor era cierto y el BCE acometió efectivamente la compra de bonos italianos y españoles a cambio de más ajustes. Lo que es cierto es que después de que su presidente, Jean Claude Trichet, fuese duramente criticado el jueves por no hacer un anuncio firme y contundente en este sentido para frenar la caída libre de ambas economías, ayer por la mañana, horas antes del anuncio de Berlusconi, el BCE había mostrado públicamente su disposición a hacerlo condicionándolo, precisamente, a más recortes. «El BCE está listo para hacer los esfuerzos necesarios para ayudar en esta situación, pero es necesario que los países adopten medidas, ya que si no, sería como echar agua en un cubo con agujeros», explicó Luc Coene, gobernador del Banco Nacional de Bélgica y consejero del BCE.
Las noticias positivas llegaron de EE UU. Tras una semana de datos negativos, anunció una ganacia neta de empleo de 117.000 puestos de trabajo en julio, más de lo esperado. Un dato que, como explicó Ulrich Leuchtmann, analista de Commerzbank, atenúa la incertidumbre sobre el estado de salud de la economía americana, cuya debilidad ha propiciado en gran medida las turbulencias de esta semana.
Irlanda
A este dato se añadió que S&P ratificó la nota de Irlanda en respuesta a su «compromiso y capacidad» para estabilizar la economía, una noticia positiva para la eurozona, según el analista Thomas Amend, del banco HSBC.
Las mismas certezas y rumores que aliviaron el sufrimiento español e italiano no tuvieron, sin embargo, efecto alguno sobre el resto de parqués europeos. La bolsa de Fráncfort fue la más castigada, con una pérdida del 2,78%. Londres, por su parte, retrocedió un 2,71% y París, un 1,26%.
Cumbre urgente del G7
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, acordaron ayer la celebración de una reunión urgente del G7 a nivel de ministros de Finanzas. Así lo anunció Berlusconi durante una rueda de prensa en Roma. «Junto al presidente francés Sarkozy hemos decidido anticipar a dentro de pocos días la convocatoria de un G7 de ministros de Finanzas», anunció.
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