Ley Antipiratería

El (des)prestigio de la Justicia

El Estado de Derecho, tal y como lo entendió Montesquieu, se tambalea en España, pues ninguna de los tres poderes que lo sustentan está bien considerado por la opinión pública. Pero quizás el que acarrea mayor desprestigio, justa o injustamente, es el Judicial

La Razón
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La Justicia es lentísima, lo que la convierte en ineficaz. También es costosa, lo que provoca que a mitad de camino, el litigante más débil económicamente se vea obligado a desistir. Además, el entablar una demanda ya es difícil para las capas medias, pues no todo el mundo dispone de 1.000 o 2.000 euros para abogado y procurador, una figura, esta última, que no existe en derecho comparado y que bien podría desaparecer, lo que abarataría el coste de un pleito.
La APM propone el copago para acceder a la Justicia porque reduciría la litigiosidad, evitaría el abuso, disminuiría el tiempo de resolución de los pleitos e incentivaría la carrera judicial. Pero en muchos casos, es la propia Administración de Justicia la que aumenta el número de litigios cuando, por ejemplo, no acumula en un solo sumario doce quebrantamientos de orden de alejamiento hechas por un mismo individuo, sino que abre doce diligencias. Los jueces, en España, no gozan de prestigio pues son considerados poco ecuánimes, arbitrarios, politizados… «La Justicia española no tutela los derechos e intereses de los ciudadanos con calidad rapidez y eficacia», dice la APM, y tiene razón. Pero, ¿de verdad creen que el copago va a solucionar la frustración que los españoles sienten ante la Administración de Justicia? Quienes abusan y alargan los procedimientos judiciales seguirán haciéndolo con copago o sin él.