Asia

Hungría

Edit Bucsi Szabó: «Me siento casi una ciudadana española honorífica»

Ante las críticas contra la polémica Ley de Prensa, que entró en vigor el mismo día que su país asumió la Presidencia de la UE, asegura que Hungría «está comprometida con los valores europeos y democráticos»

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MADRID- Embajadora húngara en Madrid desde 2008, Edit Bucsi Szabó (Miskolc, 1966) conoce bien una legación diplomática a la que llegó por primera vez en 1996. Como a una española más, le gustan los toros y el flamenco y desea culminar pronto las últimas etapas del Camino de Santiago.

–¿Cuáles son las prioridades de la Presidencia húngara de la UE?
–Queremos contribuir a reforzar la UE. Vamos a continuar el programa pactado con España y Bélgica. Un eje fundamental será la economía, aplicando las decisiones para coordinar las economías de los estados miembros y poner en marcha las autoridades de supervisión financiera.

–¿Y más allá de la economía?
–Hungría quiere poner el énfasis en los ciudadanos. Vamos a poner atención a cómo afecta cada política o decisión en la vida cotidiana de los ciudadanos. La UE se hace por y para sus ciudadanos. No es una institución abstracta, sino que tiene una conexión muy real con los europeos.

–¿Apoyarán la ampliación?
–Consideramos la ampliación como una política exitosa que hay que continuar con todos los estados candidatos, no candidatos y precandidatos.

–¿Cómo se enfrentará Hungría a la actual crisis del euro sin pertenecer a la moneda única?
–No es el primer país que preside la UE sin ser miembro del euro. Nos coordinaremos con el Eurogrupo. El interés es común porque la estabilidad económica de la UE en su conjunto se basa en la estabilidad del euro. No siendo miembros de la Eurozona, nuestra labor de coordinación se encaminará a afianzar la estabilidad del euro. Compartimos los objetivos de rigor presupuestario.

–¿Sigue siendo un objetivo nacional el ingreso en el euro?
–Existe el interés y el objetivo. De hecho las decisiones económicas van encaminadas en un plazo razonable a cumplir los criterios. No manejamos un calendario definitivo, pero el objetivo político está allí. La tendencia en algunos criterios de Maastricht, como el déficit público, es favorable.

–La Presidencia húngara ha arrancado con duras críticas contra la nueva Ley de Prensa...
–El objetivo es que con la modificación de la antigua ley se facilite un marco regulatorio moderno y global que responde a los avances de las últimas décadas. Asimismo, cumple con la obligación de trasponer la directiva europea sobre servicios audiovisuales. Hungría está comprometida con los valores europeos y democráticos.

–¿Colaborarán las autoridades húngaras con Bruselas en su escrutinio de la polémica norma?
–La Comisión Europea está analizando el contenido de la nueva ley y Hungría le dará todo el apoyo y toda la información. De hecho, ya está disponible el texto de la ley en inglés. Se puede entender que la adopción de un nuevo modelo suscite preguntas, incluso dudas y críticas, pero seguramente el análisis de las disposiciones en su conjunto y en el contexto global puede disiparlas.

–A diferencia de otros nuevos miembros de la UE, Hungría proclama su europeísmo.
–Entrar en la UE fue sumamente importante. Los ciudadanos húngaros siempre han compartido los valores europeos y no había ninguna duda sobre que el sitio de Hungría estaba en la UE. Nuestra valoración de nuestra pertenencia es positiva. Los húngaros tienen un vínculo emotivo con Europa. Nuestra vocación e idiosincrasia son fundamentalmente europeístas. Como país miembro, creemos en el método comunitario. Creemos que hay que construir el futuro compartiendo.

–¿Qué ha aprendido Hungría tras la reciente «marea roja»?
–Que la prevención es algo imperativo. El Gobierno y las autoridades reaccionaron de manera ágil. Una catástrofe ecológica se pude evitar con un control más riguroso e imponiendo medidas de seguridad más severas. El riesgo existe en muchos países europeos donde hay balsas semejantes con líquidos contaminantes.

–¿La diplomacia continúa siendo una profesión eminentemente masculina?
–Varía por países, pero las mujeres se están incorporando. Ahora en Madrid estamos acreditadas 23 embajadoras y hemos creado un grupo informal para reunirnos con cierta frecuencia. En los países del Norte de Europa muchas mujeres trabajan en la diplomacia, y también en Asia. Espero que poco a poco se abran paso las mujeres en esta profesión.

–Ha trabajado en Madrid en varias etapas. ¿Se siente una madrileña de adopción?
–Me siento casi una ciudadana española honorífica. Me gusta Madrid. Vivir aquí es como estar en familia. Me gusta pasear y respirar el ambiente madrileño.



SUS FAVORITOS
Un plato
«El hígado de oca frito o al horno con puré de manzana. El «gulash» y la caldereta de pescado son platos también muy típicos. De la cocina española me gusta mucho el marisco, especialmente la zarzuela de mariscos».
Un lugar
«El rincón donde más a gusto me encuentro es donde viven mis padres, en la ciudad- balneario de Miskolc-Tapolca (al noroeste). Cerca de Budapest, merece la pena visitar Szentendre, un pueblecito con mucha historia».
Una película
«"La vida es bella", de Roberto Benigni. Una película de sentido profundo que transmite también la importancia de la capacidad de superación».