África

Atentados terroristas en París

Arrestado el sanguinario jefe de los espías de Gadafi

Las fuerzas rebeldes libias arrestaron ayer a Bouzid Dorda, el que fuera el jefe de los servicios de inteligencia externa de Muamar Gadafi. Según fuentes de los insurrectos, citadas por televisiones árabes, el sanguinario Dorda fue hallado por los partisanos en una casa del barrio de Zenata, donde estaba protegido por un grupo de hombres fuertemente armados.

Un soldado montado en burro se prepara para el ataque a Beni Walid
Un soldado montado en burro se prepara para el ataque a Beni Walidlarazon

El gadafista, que accedió a la dirección de los servicios secretos exteriores el pasado mayo después de que su predecesor, Musa Kusa, se uniera a los rebeldes, es uno de los destacados leales a Gadafi que ha sido arrestado en las últimas dos semanas.

Por otro lado, la organización Human Rights Watch (HRW) confirmó ayer que los 18 cuerpos sin vida encontrados a principios de este mes cerca de Beni Walid pertenecen a personas que, disconformes con la postura gadafista, fueron detenidas durante la pasada primavera en la ciudad de Al Joms, situada al oeste del país, y retenidas en contenedores metálicos hasta que finalmente murieron por asfixia.

«Las fuerzas de Gadafi llevaron a dos de los detenidos a contenedores metálicos con poca agua en un día de calor brutal y se negaron a sacarlos a pesar de los gritos pidiendo auxilio», afirmó el consejero especial de HRW, Fred Abrahams, que añadió que «es la última prueba del tratamiento inhumano que dan a los libios que se oponen al régimen».

Por su parte, las autoridades rebeldes de Libia continúan negociando con personalidades de Sirte, ciudad natal del coronel Muamar Gadafi, la posibilidad de una rendición sin derramamiento de sangre, según aseguró ayer el portavoz insurgente Mustafa Nuh a la cadena de televisión catarí Al Yazira. Las palabras de Nuh se producen un día después de que expirara el ultimátum dado por el Consejo Nacional de Transición (CNT) a las últimas plazas gadafistas para que depusieran las armas. «Las negociaciones continúan. Hemos decidido mostrar más paciencia con nuestros hermanos de Sirte para evitar el derramamiento de sangre», dijo Nuh. Sin embargo, no indicó si se ha fijado un nuevo ultimátum a los combatientes de esta localidad y a otras ciudades para que depongan las armas.