El Puerto de Santa María
Inseminadas a los 50
El año pasado se registraron en España un total de 485.423 nacimientos. De ellos, 224 correspondieron a mujeres que habían superado los 49 años
MADRID- La cifra, aunque parezca pequeña, confirma un cambio de tendencia: cada vez son más las mujeres que dan a luz pasados los 50, y en la inmensa mayoría de los casos, por no decir la totalidad, es gracias a técnicas de reproducción asistida. Mientras que en 1996 sólo hubo 12 nacimientos de madres mayores de 49 años, quince años después este dato se ha incrementado en un 1.766 por ciento.
Las posibilidades de un embarazo natural a esa edad son muy reducidas, por lo que es habitual el recurso a la ciencia para lograrlo. Y aunque no existe una ley que fije un límite de edad para acceder a técnicas como la inseminación artificial o la fecundación in vitro, la mayoría de las clínicas privadas establecen la cincuentena como edad máxima. La normativa seguida por la Sanidad Pública rebaja esta frontera hasta los 40 años, si bien se trata sólo de una recomendación. Para José María Lailla, presidente de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), «cuanto más tarde, más difícil es quedarse embarazada, y por eso hay tanta gente que recurre a tratamientos de fertilidad» a edades tardías, a las cuales se dispara el riesgo de parto prematuro, aborto, malformaciones y alteraciones genéticas.
Retirada de custodia
Pero el problema también puede ser social. Hace unos días se conocía el caso de una mujer de 50 años a la que, después de quedar embarazada gracias a un tratamiento de recepción de óvulos en el centro médico Teknon de Barcelona, los servicios sociales le retiraron la custodia de su bebé tras dar a luz, al entender que no estaba en condiciones de asegurar su integridad.
Aunque el centro había emitido un informe psicológico favorable para iniciar el tratamiento de fertilidad, fueron sus trabajadores los que alertaron de un comportamiento irregular de la madre tan sólo una semana después del alumbramiento. Los hechos sucedieron en 2009 y ahora, tras 22 meses separada de su hijo –éste ha cambiado varias veces de familia de acogida–, la mujer ha denunciado el caso para recuperar la custodia. «Casos así son incomprensibles», opina el doctor Luis Cabero, presidente de la Comisión de Bioética de la SEGO. «Habría que definir la edad legal máxima para que esto no ocurriese. No es ético tratar a una mujer de más de 50 años para que se quede embarazada, pues cerca del 25 por ciento de esos bebés no sobrevive».
Todos estos inconvenientes no han sido obstáculo para que Katia Lager haya decidido quedarse embarazada a sus 48 años. Esta brasileña se encuentra en tratamiento de fecundación in vitro en el Instituto Dexeus de Barcelona, pionero en estas técnicas en España. A pesar de ser ya madre de otros tres hijos, el hecho de tener ahora una nueva pareja sentimental la ha convencido para tratar de quedarse encinta. Cuestionada sobre si le preocupa el hecho de que no podrá pasar tantos años con su hijo dada su edad, se muestra tranquila. «En mi familia todo el mundo suele vivir muchos años y creo que yo también voy a vivir mucho». Para Katia, 50 años es un tope razonable a la hora de quedarse embarazada, aunque «cada persona tiene unos motivos y unas circunstancias».
Huérfanos prematuros
Aunque la esperanza de vida de las españolas es de 84,9 años, se trata de un hecho a tener en cuenta a la hora de apostar por la maternidad pasados los 50, y especialmente en los casos más extremos. Sirva como ejemplo el caso de María del Carmen Bousada, una gaditana que en 2006 dio a luz a dos mellizos con la friolera de 67 años. La que fuera en su día la madre más anciana del mundo –una mujer india llamada Rajo Devi batió su marca en 2008 al convertirse por primera vez en madre con 70 años– viajó a Estados Unidos, donde mintió sobre su edad para seguir un tratamiento de fertilidad. Apenas dos años y medio después de dar a luz, los pequeños quedaron huérfanos tras la muerte de Bousada, víctima de un tumor de estómago. Hoy, casi seis años después del parto, los dos niños viven con un pariente en la localidad de El Puerto de Santa María, incapaces de recordar a su madre, según confesaron a LA RAZÓN fuentes familiares. «No todo lo biológicamente posible es aceptable», concluye el doctor Cabero.
EN PRIMERA PERSONA
«Quiero ser madre otra vez»
A sus 48 años, Katia Lager quiere ser madre por cuarta vez, y por eso se está sometiendo a un tratamiento de fertilidad en el Instituto Dexeus de Barcelona. «Puede que sea algo tarde, pero deseamos mucho tener un hijo y todavía hay posibilidades». Aunque las probabilidades son de entre un 2 y un 4 por ciento, esta brasileña, que ha rehecho su vida con una nueva pareja, no pierde la ilusión e incluso se muestra entusiasmada con la idea de un embarazo múltiple. «Si vienen dos niños, doble felicidad».
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