Sevilla

Urbanismo «avala» la seguridad del mercado pese a las dudas de Mayer

Los placeros recibirán las llaves «en breve» y se mudarán en un plazo de cuatro a seis semanas, según el alcalde.

El alcalde, junto al delegado de Urbanismo, la edil de Salud (tras la mano izquierda de Monteseirín) y la directiva de la cooperativa del mercado
El alcalde, junto al delegado de Urbanismo, la edil de Salud (tras la mano izquierda de Monteseirín) y la directiva de la cooperativa del mercadolarazon

SEVILLA- Con o sin la garantía del arquitecto del Metropol Parasol, Jürgen Mayer, el Ayuntamiento ha anunciado la apertura del nuevo mercado de la Encarnación «en breve», tras cerca de 40 años de provisionalidad del anterior. El alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, habló ayer de «cuatro a seis semanas» –el tiempo necesario para que los placeros adapten los puestos y realicen la mudanza– y la delegada de Salud y Consumo, Teresa Florido, se refirió a unos «estudios técnicos» de la Gerencia de Urbanismo que avalan la seguridad del recinto, a pesar de que las obras –con un retraso de tres años– prosiguen en el exterior, donde una veintena de trabajadores –una cantidad que se antoja insuficiente para cumplir el último plazo prometido– tiene la consigna de «trabajar en los turnos que hagan falta» para culminar las «setas».

En «los próximos días» los placeros recibirán las llaves de los 39 puestos del nuevo mercado, en el que se han invertido 4,4 millones. En la preinauguración y primera visita sin casco al complejo, el alcalde –acompañado por el delegado de Urbanismo, Manuel Rey; la citada edil de Salud; y la junta directiva de la Cooperativa del mercado– fue menos tajante que cuando, recientemente, achacó la mayor desviación del proyecto a las mejoras solicitadas por los placeros. Ayer sólo habló de «muchas mejoras respecto al proyecto original». Estas mejoras y su ubicación, además del futuro Antiquarium y –sueña Monteseirín y reclaman los comerciantes– una parada de metro, «lo convertirán en el mercado más importante de la ciudad y entre los mejores del mundo», según el regidor.

El Consistorio asume «todas las garantías de seguridad y accesibilidad», aunque el demiurgo del proyecto, Jürgen Mayer, desconozca aún, como adelantó LA RAZÓN de Sevilla, si el traslado es viable con las obras en marcha. Los placeros, de momento, cuentan con la promesa de que las tres entradas «quedarán despejadas», dijo Domingo Alcantarilla, vicepresidente de los comerciantes.

Monteseirín subrayó que «la plaza de la Encarnación conformaba un vacío desestructurado, ilegible y disfuncional» y ahora pasará a ser «un área de oportunidad» para «comunicar lugares». «No valía cualquier cosa» para la que fue «la primera plaza de abastos permanente de Sevilla», aseguró. «A pesar de las dificultades, seguimos avanzando», dijo el alcalde, que insistió en «finales de este año» para la apertura completa. Se admiten apuestas.