Watts tiembla con el cine español

Los actores, la versión original en inglés, el acabado de super producción... «Lo imposible» parece una película sacada del todopoderoso Hollywood, pero no, se trata de una producción cien por cien española. J, como es conocido en el mundo del cine, a saber, Juan Antonio Bayona, ha sido el director capaz de atraer los talentos de Naomi Watts y Ewan McGregor como protagonistas de su segunda película, tras el éxito de «El orfanato». En su puesta de largo en el Festival de San Sebastián no pudo estar (se halla inmersa en el rodaje del «biopic» de Lady Di), pero Naomi Watts sí ha hecho un hueco para presentar la cinta en Madrid. Delicada y frágil (nada que ver con la fuerza de madre coraje que despliega en la película), la actriz razona con naturalidad su incursión en el cine español con un casi debutante director: «Había visto "El orfanato", que está maravillosamente hecha, con unas interpretaciones fantásticas, y se nota que él comprendió las claves del género. Leí el guión y, aunque obviamente todos conocíamos ya la historia, me pareció que había sabido captar de forma muy íntima la maravillosa relación de esa familia. Fue una decisión muy fácil. No parecía un director con poca trayectoria. Cuando hablé con él pude sentir su pasión e implicación, lo que resulta muy seductor», cuenta la actriz, sobre un personaje de una fuerte implicación emocional: al margen de los grandes titulares y números escalofriantes de muertes que dejó la tragedia, «Lo imposible» cuenta la historia real de una familia, encabezada por la madre, María.

«Pasamos mucho tiempo con la familia. María me apoyó mucho. Me parecía muy importante conectar con la parte humana, porque en el cine, durante el rodaje, a veces es fácil perderse en la parte superficial. Pero, al mismo tiempo, tengo hijos, y cuando vuelvo con ellos tengo que olvidar esa parte de mí. Es mi obligación», asegura la actriz. Casada con el personaje que interpreta Ewan McGregor, pasan en familia, junto con sus tres hijos, unas vacaciones en Tailandia que se convierten en una pesadilla con la llegada del tsunami. «Al margen de esta historia, todos, incluida la propia María, teníamos un interés especial en que la historia también representara el horror que vivieron los demás», explica Watts. Junto a ella, su hijo en la ficción, otro de los protagonistas de la cinta, Tom Holland, que en su primer papel se apoyó en la australiana en los momentos más duros: «Ha sido agotador física y mentalmente, sobre todo en las escenas posteriores al tsunami», aseguró.