Todo listo para la planta de lubricantes

CARTAGENA- La Comisión Informativa de Urbanismo del Ayuntamiento de Cartagena dio luz verde ayer a la aprobación definitiva del proyecto de modificación de la Dársena de Escombreras para albergar la terminal portuaria de la nueva factoría de lubricantes de Repsol y SKL

La petición había sido promovida por la Autoridad Portuaria de Cartagena y contempla la modificación del Plan Especial Número 3 de la Dársena de Escombreras en relación con cambios en un viario y una parcela que albergarán la mencionada terminal portuaria.

La propuesta contó con los votos favorables de Partido Popular, Partido Socialista y Movimiento Ciudadano, mientras que Izquierda Unida se abstuvo en la votación. El pasado 2 de octubre, el Consistorio cartagenero concedió también a la empresa coreana SKL las licencias de obra y actividad para iniciar la construcción de la planta de lubricantes de nueva generación en el Valle de Escombreras.

El proyecto, que dará empleo a unas ochenta personas cuando entre en funcionamiento a mediados de 2014, supone la mayor inversión de una empresa coreana en España, a través de la sociedad Sksol, participada en un treinta por ciento por Repsol y en un setenta por ciento por SKL.

Cabe destacar que SKL es la tercera mayor compañía por volumen de facturación en su país, y fabricante líder de lubricantes de última generación, denominados de grupo 3 y destinados a la automoción, que serán los que se producirán en la nueva factoría. De esta manera, durante la fase de construcción, que comenzará este mismo otoño, está previsto que trabajen en el proyecto unas 350 personas, y hasta 900 en los momentos de máxima actividad.

La planta tendrá una superficie de unos 35.000 metros cuadrado en el Valle de Escombreras que se complementarán con una superficie similar en el puerto de Cartagena, donde la empresa llevará a cabo las labores de instalación de productos finales y de carga y descarga de material.
Estas características le darán una capacidad de producción de más de 600.000 toneladas al año, lo que la convierte en la primera planta de lubricantes de grupo 3 de España y la segunda de Europa, y será la encargada de cubrir un cincuenta por ciento de la demanda europea de este producto, con unos ingresos anuales estimados en más de 515 millones de euros.