Elecciones autonómicas
Centro y medio
El centro es la clave de la campaña del PP para las elecciones del 20-N y ello es, sin duda, un acierto. Si el PSOE ha sacado lo peor de la Transición en las dos últimas legislaturas, lo que necesita España es un Gobierno que resucite lo mejor de aquella época. Lo mejor es la libertad sin ira que lleva implícito el antisectario e integrador lema de «Súmate al cambio» que ayer presentó Ana Mato y que no excluye a nadie ni nos pone enfrente de nadie. La mejor respuesta a la tensión y a la bronca del «Pelea por lo que quieres» que se han sacado del hígado los socialistas es lo que dice el famoso vídeo del partido de Rajoy: «Este país no está para peleas».
En la pelea, en la tensión zapateril, está Rubalcaba, que en realidad es el que la inventó y que ahora ha pasado de poner cara de peluche a decir que el PP no quiere la paz, cuando la respuesta de Rajoy y Basagoiti al comunicado de ETA ha sido de lo más templada, equilibrada y sensata. Si no queremos que ETA gane «su guerra», no le hagamos la campaña en «nuestras elecciones». Si no queremos que consigan negociando lo que no consiguieron matando, tenemos la solución en las urnas. Porque en la pelea están también Bildu y el PNV que, con palabras de un inolvidable personaje novelesco de mi paisano Jesús Amilibia, nos quieren meter con calzador en menos de un mes «una Euskadi comunista e independiente, verde y limpia, aldeana y jotera, aizkolari y pelotari». La campaña de los populares saca a ETA de la campaña. Y saca también fuera de ella la pelea. Es políticamente centrista y se centra en la crisis. Si no querían centro, aquí tienen centro y medio.