Alicante

La madre de Sandra Palo teme otro crimen

Afirma que no sabe qué más es necesario para evitar que salga a la calle cada vez que comete un delito.

Marimar Bermúdez, ayer, en su barrio de Getafe con el retrato de su hija, fallecida hace ya siete años. Foto: © Santi Carneri
Marimar Bermúdez, ayer, en su barrio de Getafe con el retrato de su hija, fallecida hace ya siete años. Foto: © Santi Carnerilarazon

Madrid- Hace unos días que volvieron de vacaciones y ya han vuelto a revivir «la pesadilla». Los días de descanso que la familia Palo-Bermúdez ha pasado en El Campello (Alicante) no les ha servido de mucho. «Estoy muy cansada, no vale para nada lo que digo. Llevo siete años hablando y... ¿para qué?». Son las palabras de frustración de Marimar Bermúdez ayer en su casa de Getafe. Dice que se siente agotada porque todo lo que han estado reivindicando –su marido y ella– a lo largo de estos años, ha caído en saco roto. «Que este personaje vuelva a robar no es nada nuevo», dice. «Pero que más me da lo que haga ahora. A mí lo que me duele es que asesinara a mi hija, que se lleve un camión no es tan grave», explica. Marimar se alegra de que, afortunadamente, todo haya quedado en una furgoneta estampada contra un árbol, porque «podría haberse llevado a cualquier inocente por medio al conducir a esa velocidad». Francisco Palo, padre de la joven asesinada en 2003 y el bastón de apoyo de la familia, insiste en que lo que pasó ayer es sólo una prueba más de que esta persona no está reinsertada y cree que el historial delictivo de uno de los condenados por el crimen de su hija no terminará aquí. «Ojalá me equivoque, pero de aquí a dos años, ése –por "El Rafita"– vuelve a hacer algo». Su mujer opina igual. «Si nadie le para los pies, habrá otro crimen como el de mi hija», dice.

La madre de Sandra Palo culpabiliza a las Administraciones, la Justicia y a los centros de menores que creyeron en su reinserción. Dice que no entiende cómo, tras los delitos que lleva acumulados en su mayoría de edad, «se vaya de rositas» cada vez que pisa unos juzgados. «En prisión debería estar desde el primer momento, desde el asesinato de mi hija», aseveró. Marimar, que sufre cada vez que «se vuelve a hablar de todo esto», lamentó también que «El Rafita» se haya convertido en un «líder» para los jóvenes delincuentes. «Cualquier chaval que vea por la tele todo lo que ha hecho y que sigue en libertad ¿qué va a pensar?», se preguntó, advirtiendo del mal ejemplo que están dando «los que mandan» a los jóvenes.

Sin embargo la madre de Sandra Palo insiste en que ellos ya están a otras cosas. «Mi lucha es otra. Seguiremos peleando por que se endurezca la Ley del Menor. No sé que más quieren ver los legisladores para cambiarla», insisten.

A vueltas con la reinserción
Durante el tiempo que «El Rafita» ha permanecido en libertad vigilada se ha cuestionado, y mucho, la validez de la Ley del Menor o la justicia de sus condenas. Ahora que el delincuente ya es mayor de edad y que ha cumplido con la pena por el crimen de Sandra Palo, corresponde al Código Penal dar respuesta a un comportamiento delictivo y reincidente. ¿Qué hacer con un joven que vuelve una y otra vez a robar? ¿Cómo conseguir que abandone sus hábitos de vida y que busque otra forma de estar en la sociedad? Ahora, el reto para lograr que «El Rafita» se reinserte está, de nuevo, del lado de la Justicia.