El gótico invade el Mnac

BARCELONA-El Museo Nacional de Arte de Cataluña (Mnac) propone una nueva mirada al arte medieval a partir de una importante exposición que recupera trabajos realizados entre los siglos XIV y XV. La muestra reúne obras de algunos de los más destacados autores catalanes de ese periodo, como Lluís Borrassà, Bernat Martorell, Pere Joan o Rafael Destorrents, procedentes de las colecciones del propio Mnac, así como de museos religiosos catalanes, el Victoria & Albert Museum de Londres y el Musée du Louvre. Es un periodo que, según Rafael Cornudella, comisario de la exposición, se corresponde con lo que se ha conocido como «gótico internacional».

Técnicas y soportes
La exposición gira en torno a las técnicas y soportes empleados en ese tiempo. Podemos conocer algunos de los grandes retablos, como las cuatro tablas con escenas narrativas del llamado «Retablo de San Jorge», realizador por Bernat Martorell, hoy en el Louvre, probablemente procedentes de la Capilla de Sant Jordi de la Generalitat, y que se expone por primera vez en Cataluña desde que fuera exportada a Francia hace un siglo. Junto al de Martorell, hay retablos completos de maestros como Lluís Borrassà, Joan Mates y Jaume Ferrer.

En el Mnac también puede conocerse algo más de las relaciones dinásticas y diplomáticas entre las coronas de Francia y Aragón gracias a piezas de orfebrería parisinas. Mención aparte la merece el cáliz de Galcerán de Vilanova, obispo de la Seu d'Urgell, que actualmente se emplea en la liturgia, considerado como una de las obras capitales de la platería catalana. Dentro de esta sección también destaca la cruz procesional de Igualada y esculturas policromadas de Pere de Sant Joan, procedente del retablo mayor de Sant Pere de Cubells.

El gótico es también el tiempo de las miniaturas, gracias a la introducción en Cataluña de los modelos figurativos francoflamencos. En el Mnac se exhiben nueve manuscritos iluminados, obras que raramente son presentadas al público, como el famoso «Misal de Santa Eulalia» de Rafael Destorrents, procedente de la catedral de Barcelona, o el «Salterio y libro de horas» de Martorell.

El pintor más destacado del gótico catalán es Bernat Martorell. La exposición no solamente se fija en su obra pictórica, al también poner el acento en su trabajo como diseñador, por ejemplo, con un bordado para la capilla de la Generalitat.