Sevilla

Los juicios de primavera

La Razón
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El lunes 11, María José Campanario se sentará en el banquillo de las acusadas. El motivo, estar imputada en varios delitos, por los cuales el fiscal solicita cuatro años y seis meses de condena para la reina de «Ambiciones». Tanta expectación ha levantado la vista que el juzgado ha reducido a dos personas por medio las acreditaciones a la prensa. Había cadenas que querían mandar a ciertos colaboradores que tienen alguna cercanía con María José o el caso; las limitaciones lo harán imposible dentro de la sala. La señora de Ubrique, al contrario que otros 14 imputados en el «caso Karlos» que se han declarado culpables para de esta forma llegar a acuerdos que le reduzcan las penas lo más posible, no lo ha admitido. Ellas no, María José y su madre siguen manteniendo su inocencia. Esto tiene dos caras, o efectivamente tienen el convencimiento de su inocencia, o corren el riesgo de que, como los otros imputados van a ir a juicio con las penas pactadas, puedan ser ellas las que reciban la peor parte de las condenas. Otro asunto al que se prestará gran atención en los medios esta semana será el enfrentamiento, nos referimos al estilismo, de Camilla y Letizia. Será injusto enfrentar a una señora de 60 años y no precisamente muy agraciada, con otra de 39. Leía una información sobre la cena del Pardo, en la que se decía que las dos damas llevaban joyas muy sencillas. Cierto en el caso de la princesa de Asturias, que lucía una pulsera rígida que se pone mucho. Le queda fatal, es muy grande para su delgado brazo y se la coloca a la altura casi del codo, que queda espantoso. Llevaba unos aretes que eran como dos estrellitas diamante de pequeño tamaño, no le pegaban nada con un traje de corte y en una cena de gala. Al contrario que la duquesa de Cornualles, que lucía un collar de diamantes impresionantes con los pendientes a juego, dignos auténticamente de una reina.
de que el flamenco es Patrimonio de la Humanidad, las gentes que pueblan la tierra pueden utilizarlo a su antojo. Acogiéndose a esto, una personalidad tan importante como la Duquesa de Cornualles, familiarmente conocida por Camilla, en su visita a Sevilla, mientras su esposo el Príncipe de Gales realiza una visita a las instalaciones del Airbus, ella, a la misma hora, las tres de la tarde, estará viendo un espectáculo flamenco. Sabido es que las quince horas es un momento que motiva mucho a los artistas del género. Además, como dice el titular de este artículo, Camilla ha querido dar su pellizco al acto. Nada de fino, manzanilla, jamón, queso o caña de lomo, la Duquesa quiere darle un aire más cosmopolita al flamenco y ha pedido té, pastas y emparedados de rostbeef con mostaza y berros, más otras fruslerías culinarias que hagan juego con lo anterior. Como verán, todo hace presagiar que los métodos de la esposa del heredero británico van a ser decisivos para que los duendes del flamenco aparezcan a las tres de la tarde con el té y el emparedado de berros. Con todo, felicitarnos por la visita principesca, que dará una publicidad de nivel a Sevilla. Esta marca, repito, Sevilla, a pesar de que no siempre se la vende suficientemente bien, tiene fuerza como para subir un 8% las pernoctaciones en hoteles, que sin duda es el turismo que deja dinero. Preguntaba Carlos Herrera en su programa: «¿Qué te da miedo?». Yo tengo miedo, mucho miedo, como cantaba la Jurado, de la división entre buenos y malos, que por motivos electorales se está produciendo en la sociedad. El otro día se me ocurrió decir que me gustaba algo que había visto aquí. Una persona amiga, agresivamente, me dijo que parecía mentira que a mí me pudiese gustar algo que habían hecho los que no eran los míos. Esto es lo que me da miedo.