India
«Vicente Ferrer decía que el cielo es el límite para ayudar al pobre»
-En junio del pasado verano falleció Vicente Ferrer. ¿Qué balance hace de este primer año?
-Han sido 41 años trabajando con él. Primero fuimos muy buenos aliados del trabajo, compañeros; luego, marido y mujer. Tras la muerte de Vicente todos estaban muy tristes, pero cuatro días más tarde vinieron a decirme que sabían que lo que tenían que hacer era trabajar más que antes. Así Vicente estará feliz esté donde esté. No ha sido difícil seguir. Nuestra vida es erradicar la pobreza. La Fundación Vicente Ferrer (FVF) va sobre ruedas porque tenemos motivación.
-¿Qué es lo que más echan en falta?
-Su carácter, su personalidad, su sentido del humor, su compasión. Vicente siempre nos motivaba.
-A los 21 años usted dejó su profesión para dedicar su vida a este proyecto ¿Pensó que iban a conseguir algo tan grande?
-Yo no tenía ni idea de qué íbamos a hacer. Vicente tuvo un sueño: ayudar a miles de personas. En Maharastra, donde trabajó 16 años, tenía ayuda de las organizaciones católicas, pero la perdió tras casarse. Buscó recursos desde cero. Paso a paso, vimos que se puede erradicar la pobreza.
-La FVF ha crecido mucho. En Anantapur trabajan 1.800 personas. ¿Se ha puesto un límite?
-Un día Vicente estaba trabajando con una persona que había preparado un proyecto pequeño. Le dijo que por qué lo había hecho así, que no ayudaría ni a cien familias. Él le preguntó hasta qué cantidad podía preparar. Vicente contestó que para ayudar a los pobres, el cielo es el límite. Haremos lo que él decía, pero con la cabeza sobre los hombros.
-Hay muchos colaboradores, pero todos españoles ¿No buscan ayudas en otros países?
-La FVF comenzó hace doce años, cuando Vicente tenía 76. Fue su mejor trabajo. Pensamos ir a otros países como Alemania o Inglaterra, o India, porque aquí hay riqueza y pobreza.
-¿En qué cree que se diferencia esta ONG de otras?
-Hay muy buenas ONG, también malas y éstas dan mal nombre. Nos diferencia que el 90 por ciento de los recursos que recogemos van al proyecto. No perdemos el dinero en ir a conferencias. Somos muy transparentes, cada año nos visitan 2.000 personas. Trabajamos en todos los sectores, así mejoras antes la situación de las personas. La pobreza salta hasta tres generaciones.
-¿El mayor logro conseguido?
-Miles de familias han salido de la pobreza y tenemos muy buenas organizaciones.
-Retos para el futuro.
-Construir una residencia para personas mayores con problemas mentales y ayudar a las mujeres maltratadas. También tenemos un proyecto nuevo fuera de Anantapur para los tribales que viven en el bosque. Son muy pobres, pero no saben vivir en sociedad como campesinos. Cuando salen, tienen problemas de alcoholismo.
-Cuesta entender por qué en India, un país que se perfila como una potencia económica mundial, no se consigue erradicar la pobreza.
-Está mejorando la situación, pero despacio. El Gobierno tiene que luchar contra la corrupción, y es muy difícil. Pierde dinero en eso. Existe mucha burocracia.
-La Constitución no contempla el sistema de castas, pero existen.
-Son una parte de su cultura. Cada indio tiene una casta, si no, no es indio. Lo que ha mejorado en Anantapur es que antes nuestros «dálits» no tenían confianza para hablar cara a cara con las castas altas. Ahora se tratan con más igualdad. También la religión hindú contempla las castas. Sin este sistema podrían haber avanzado más rápido en su desarrollo. Seguro.
-¿Qué papel juega la mujer en el desarrollo de India?
-Son la base. Las mujeres de India luchan desde que nacen por todo, y eso les da un carácter fuerte. El hombre es el rey de la casa.
-Vicente Ferrer ha dejado un gran legado espiritual. ¿Qué frase elegiría para resumirlo?
-En su tumba vamos a poner lo que creemos que significa él y su vida: «Estamos aquí para remediar los sufrimientos, las guerras y las injusticias». Sobre la buena acción dijo muchas cosas. «Tengo muy claro que ninguna acción buena se pierde en este mundo, en algún lugar se quedará para siempre»; «sin la compasión, la humanidad no tiene derecho a existir».
-¿Cómo va la campaña para conseguir el Nobel de la Paz?
-Nos ayudaría a tener más recursos. Es un deseo de miles de personas en España, desde amas de casa a estudiantes y políticos y es tan bonito que con eso considero que ya hemos ganado.
PREFIL: El latino y la sajona
Sonríe siempre que alguien le dice «detrás de un gran hombre hay una gran mujer», pero inmediatamente añade «yo he estado al lado». Anna Ferrer abandonó su carrera de periodista cuando tenía 21 años para unirse al proyecto de Vicente Ferrer. Nació en 1947 en Essex (Inglaterra) y compartió 41 años de su vida con él. Dice que su carácter sajón complementaba el latino de Vicente, y basta con echar un vistazo a los resultados que ha obtenido la Fundación para comprobarlo. De Ferrer destaca su humor y su enorme fe, que «era como una roca».
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