Reino Unido

Latinos y anglosajones

La Razón
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Los ingleses tienen algunas cosas envidiables y otras que no lo son tanto. A mí, por ejemplo, no me atrae el clima del país y no me refiero al político, que en eso son dignos de admiración. No hace una semana desde que se celebraron los comicios y ya se ha formado el nuevo Ejecutivo que ha empezado a trabajar. Y eso que no es monocolor como acostumbran. Liberales y conservadores se han visto obligados a firmar acuerdos, una situación difícil para ellos por la falta de costumbre, ya que esta coalición es la primera de Reino Unido en 70 años. Pero así y todo, con semejante «handicap», en menos de siete días ya está David Cameron en el número 10 de Downing Street; igualito que nosotros. Los políticos españoles marean la perdiz hasta el límite temporal para ver qué ventajas pueden obtener. Los ingleses, en cambio, conscientes de que el país no está para bromas ni para perder el tiempo, han batido todos los récords posibles y ya están dispuestos a tomar las riendas, así como a imponer todas las medidas necesarias para superar su crisis de endeudamiento. En situaciones como éstas se comprueba que sí existen diferencias entre latinos y anglosajones.Poco le ha importado a Cameron que desde fuera el «libdem» Nick Clegg aparezca como el ganador en este pacto, pues con peores resultados que en otras ocasiones se ha alzado con el puesto de viceprimer ministro y con cinco carteras. Tampoco le ha frenado sus diferencias en algunos asuntos vitales respecto a Europa o la reforma de la ley electoral, que la solventarán con un referéndum. ¡Qué envidia!