La marcha de Zapatero obliga a ETA a cambiar su plan negociador

Madrid-La renuncia de José Luis Rodríguez Zapatero a presentarse para un nuevo mandato ha supuesto un revés para los planes negociadores de ETA, ya que deja a la Presidencia del Gobierno en una situación de interinidad, en la que, según subrayan expertos antiterroristas consultados por LA RAZÓN, no se va a adoptar ninguna decisión que pueda comprometer al Ejecutivo que salga de las elecciones generales de 2012.

Lo mismo ocurre con Alfredo Pérez Rubalcaba, auténtico «factótum» del Gobierno en todo lo que se refiere a ETA. Aun en el caso de que después de las municipales fuera elegido por el PSOE como candidato, tendría por delante la necesidad de ganar en los comicios del año que viene. En esta situación también se encuentra Mariano Rajoy que, en ningún momento, se ha mostrado proclive a hablar con los pistoleros.

Frenazo en seco
ETA, por lo tanto, ve frenados en seco sus planes negociadores. Es cierto, según los documentos que marcan su actual estrategia, que consideraba muy difícil la reedición de unas conversaciones con el PSOE y que ya pensaba en el Partido Popular. Pero la necesidad de colar las candidaturas en las elecciones municipales (y en otras futuras), le había hecho lanzar continuos mensajes al Gobierno de Zapatero.

ETA ha jugado en los dos últimos dos años con la baza de la debilidad de un Ejecutivo con poca capacidad de maniobra, eso pensaban los pistoleros, debido a la mala situación económica. Frente a ello, se han encontrado con la fortaleza del Pacto Antiterrorista que Rubalcaba y Rajoy han mantenido contra viento y marea.

Aun así, los pistoleros confiaban en que el PSOE, y en especial los socialistas vascos (que están empeñados en que cualquier proceso de diálogo les beneficia políticamente) abrieran una vía de negociación. Por eso anunciaron el alto el fuego, convencidos de que, con esta medida, colarían sus candidaturas.

Una de las opciones que le quedan a ETA, tan falsa como previsible, es hacer ver que ha optado por dejar las armas y poco menos que rendirse. El sudafricano Brian Currin, al frente de un fantasmagórico comité de verificación del alto el fuego, ha dado un nuevo paso al anunciar que va a comprobar si ETA ya no chantajea a los empresarios. Se desconoce cuál va a ser el método que va seguir el abogado sudafricano, experto en «resolver» conflictos como el irlandés. Si nos atenemos a los hechos, consiste en dar la razón a los terroristas, obtener la libertad de los presos y dejar el problema latente.

En el caso de que la banda anunciara una medida de este tipo, bastante improbable a la vista de los citados documentos, se trataría de una artimaña táctica. En uno de esos papeles, subrayaba que «ETA no se desmilitariza porque no está militarizada. Es más adecuada la desactivación militar, fin de la campaña o contienda militar, cierre del frente... Expresiones como "desmantelamiento de las estructuras militares"se apartan por no ser correctas. ETA no dará nunca las armas al enemigo, ni las romperá, las guardará».

Otra de las pruebas de esta estrategia se puso de manifiesto durante la vista del recurso de Sortu contra la decisión de la Fiscalía y la Abogacía del Estado de frenar su inscripción.

Más que los argumentos, que eran previsibles (pretendían hacer creer que la llamada izquierda abertzale había roto la disciplina con ETA y presentado un partido para su legalización que terminará deslegitimando a la banda), destacó el hecho de que sus abogados, por primera vez en los procesos de ilegalización, no filtraran a los medios de comunicación afines («Gara» y «Berria») el contenido de sus alegaciones. Según las fuentes antiterroristas, se trataba de no provocar un efecto de «desmovilización» entre los militantes de las organizaciones del entramado proetarra, en las que no se ha interiorizado la idea de que toda vale para estar en las elecciones.

La estrategia de ETA, diseñada pacientemente por sus cabecillas desde el final de la anterior tregua, en junio de 2007, no contaba con un año de «interinidad» en la Presidencia del Gobierno a efectos de grandes decisiones sobre la lucha antiterrrorista.

Sortu rechazará la violencia incluso con atentados
- Sortu defendió ayer ante el Tribunal Supremo (TS) la «intensidad» de su rechazo a la violencia, que reiteraría «sin duda alguna» de producirse cualquier acto terrorista que, «afortunadamente», no ocurre tras el alto el fuego anunciado por ETA el pasado 10 de enero.
- Sortu presentó ante el TS un incidente de nulidad de actuaciones contra el auto de la Sala del 61 que acordó prohibir su inscripción en el registro de partidos políticos de Interior. En su opinión, el citado auto vulnera, entre otros, el derecho a la libre creación de partidos políticos.