Cantabria

Sorprendente reparto de la potencia eólica en Cantabria

Sorprendente reparto de la potencia eólica en Cantabria
Sorprendente reparto de la potencia eólica en Cantabrialarazon

Una buena parte del sector eólico de nuestro país no sale de su asombro –algunos además de atónitos, están que «trinan»– ante el resultado del concurso para adjudicar 1.400 megavatios de potencia eólica en siete zonas de la comunidad cántabra. Mientras empresas con consolidada experiencia en el campo de las energías renovables se han quedado fuera de las adjudicaciones (Acciona, Gas Natural Fenosa, Gamesa...), éstas han ido a manos de consorcios formados por bancos, constructoras y ¡hasta una conservera gallega!

Quienes trabajan en el campo de las energías limpias consideran lo ocurrido un poco extraño para un sector (de los pocos) del que España puede sacar pecho. Un concurso público que va a marcar el futuro energético de una comunidad autónoma debe estar libre de toda duda, insisten las fuentes consultadas.

La vicepresidenta de Revilla, Dolores Gorostiaga, asegura en un tono algo desafiante que las firmas que protestan creían que sus proyectos eran los mejores, pero «con criterios objetivos en la mano resulta que no es así». Gamesa es una de las compañías que lo ha dejado más claro. Fueron los representantes de los trabajadores de la planta en Cantabria los que se mostraron indignados ante el resultado del concurso, pues es la única compañía que tiene una planta de construcción de aerogeneradores en la región, en una zona –Reinosa– castigada por el desempleo en estos tiempos de inestabilidad económica.

El Gobierno que preside Revilla ha demostrado poca sensibilidad cuando su consejero de Industria, Juan José Sota, ha dado el silencio por respuesta a las peticiones del comité de empresa de Gamesa para hablar de los pormenores de estas adjudicaciones. La multinacional de la fabricación de «molinos de viento» (española, recordemos) y otros representantes del sector están intranquilos ante lo ocurrido en Cantabria. Desde el comité de empresa se dice más claro, «detrás puede haber algún tipo de intereses oscuros» y piden la anulación del concurso.