La famosa herencia

El frenazo registrado en la economía española durante el tercer trimestre del año, ratificado ayer por el INE con una tasa nula de variación intertrimestral, saca nuevamente a la palestra la famosa herencia que dejarán los socialistas a los populares si ganan las elecciones el próximo día 20 y forman Gobierno. ¿Será una economía estancada parte de ese venenoso legado?

A tenor de las estadísticas y previsiones que vamos conociendo sobre nuestro país y el resto del mundo, empezando por la atribulada Europa, podríamos responder que sí. Ahora bien, con los datos que tenemos, puede suceder que el estancamiento sea temporal, y que la actividad recupere su ritmo en un plazo no muy prolongado. ¿Qué diríamos entonces si Smiley y sus secuaces sacan pecho y nos echan en cara a los críticos por haber previsto una nueva recesión que no se ha producido?

La respuesta es que la herencia socialista es igualmente envenenada en presencia o ausencia de la nueva posible recesión, porque el Gobierno es responsable de la renqueante y contradictoria recuperación que hemos vivido hasta el pasado verano. En vez de juzgar la gestión económica de Smiley por una décima más o menos de crecimiento del PIB, entonces, hay que ponderar sus continuados errores de política económica en términos de aumento de los impuestos y el gasto público por encima del crecimiento del PIB, y la falta de reformas liberalizadoras.

El primer error llevó a que llegáramos a la crisis con una deuda pública que, aunque se había reducido, no lo había hecho lo suficiente como para que las autoridades, una vez estallada la crisis, pudieran compensar la caída de la recaudación con una subida moderada de la deuda y no, como de hecho sucedió, con una combinación de más impuestos y una subida acentuada del endeudamiento. El segundo error reprodujo una tasa de paro muy superior a la de la media europea.

La pesada herencia socialista, pues, es una economía cuya débil recuperación se ha debido a esa combinación de errores. Si la economía ahora entra en recesión, ello ratificará dicho peso. Pero si no lo hace, no será porque la herencia resultó en el fondo plausible.