«Il Cavaliere» convulsiona la política italiana

ROMA- El día después de ser condenado por evasión fiscal a cuatro años de cárcel, reducidos a uno por la ley del indulto, Silvio Berlusconi aireó su enfado y amargura ante los medios e intentó aclarar su futuro político, cada vez menos incierto por los constantes desmentidos que se hace a sí mismo.

Si al principio del día decía que «se sentía obligado» a seguir en la primera línea para así poder «reformar el planeta de la Justicia» y evitar que «a otros ciudadanos les suceda lo que me ha pasado a mí» por el «caso Mediaset», en su última comparecencia se desdijo, asegurando que no va a ser el candidato de su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL) en las próximas elecciones. Su sustituto será elegido en las elecciones primarias que la formación celebrará el 16 de diciembre. El ex mandatario no terminó de aclarar cuál será su papel en el PDL, pues aunque parece que no estará en primera fila, afirmó que «continuará el trabajo de modernizar y cambiar el país».

En los casi tres cuartos de hora que duró su monólogo, llama la atención la descarnada crítica que hizo de Alemania. Dijo que Angela Merkel ejerce un «comportamiento hegemónico» en la UE y que, en lugar de utilizar su poder de forma «solidaria» lo hace de manera «egoísta». También censuró la postura del ex presidente francés, Nicolás Sarkozy, al que acusó de «seguir pasivamente» las órdenes de la canciller Merkel.

Con especial enfado habló Berlusconi de las risas con que Sarkozy y Merkel reaccionaron cuando, en la cumbre de Bruselas de octubre del año pasado, un periodista les preguntó sobre si los recortes del Ejecutivo italiano eran convicentes. «Con aquellas risas, los dos intentaron el asesinato político de mi credibilidad internacional», denunció el magnate. Hay que entender las críticas a Alemania por el resentimiento que le quedó a «Il Cavaliere» por verse obligado a dejar el poder hace un año. Aquel «asesinato», unido a las supuestas injusticias cometidas por Berlín en el liderazgo europeo, llevaron a Italia al borde del precipicio y acabaron propiciando la llegada del Gobierno técnico de Mario Monti.

Para el actual primer ministro italiano también hubo malas palabras. Berlusconi censuró que se haya plegado en un «100% de los casos» a las indicaciones de Alemania, provocando una «espiral recesiva» en la economía.

Roma se echa a la calle en el «no monti day»
Alrededor de 150.000 personas, según los organizadores, marcharon ayer por el centro de Roma bajo el lema «No Monti Day» para protestar contra los recortes realizados por el Gobierno de Mario Monti. Al final de la concentración se registraron enfrentamientos entre los congregados y las Fuerzas de Seguridad, con lanzamiento de petardos, botellas y piedras contra la Policía. Algunos manifestantes miembros de grupos antisistema atacaron varias oficinas de entidades bancarias. Dejaron en sus muros externos pintadas contra Monti y escritos como «róbame» o «bancarrota». En las calles por donde pasó la manifestación, la mayoría de las tiendas estaban cerradas por miedo a sufrir robos o ataques por parte de los radicales del Bloque Negro.