Ciudad Juárez

México pide perdón por los feminicidios de Juárez

El Estado mexicano ha pedido perdón por los feminicidios ocurridos en Ciudad Juárez y ha reconocido su responsabilidad en estos crímenes, especialmente en la muerte de un grupo de jóvenes ocurrida en 2001 en una zona conocida como Campo Algodonero, situada en esa localidad fronteriza con Estados Unidos.

Ocho cruces rosas recuerdan a las víctimas de la matanza de Campo Algodonero
Ocho cruces rosas recuerdan a las víctimas de la matanza de Campo Algodonerolarazon

CIUDAD JUÁREZ- En una ciudad devastada, donde es costumbre que al desayuno de sus habitantes le acompañe la noticia radiada del hallazgo de cuerpos desmembrados –el último episodio se dio ayer: dos troncos humanos, cuatro brazos con las muñecas ligadas con cinta adhesiva, una pierna completa y dos neveras portátiles, con sendas cabezas dentro–, se alza el monumento en honor a las ocho mujeres violadas y asesinadas en 2001, en la matanza de Campo Algodonero.

En realidad, el memorial sólo rinde homenaje a las siete víctimas cuyos restos fueron identificados. El octavo cuerpo aún no tiene nombre ni honra. Como el de decenas de las más de 500 mujeres asesinadas en Juárez en el sangriento recuento que va desde 1993 hasta 2006. Desde esa fecha, la violencia se desborda con tal furia que poco importa el sexo de las víctimas, 9.800 desde 2008.

Las siete cruces rosas con los nombres y apellidos de las siete mujeres violadas y asesinadas, todas entre 15 y 19 años (Esmeralda Herrera Monreal, Laura Berenice Ramos Monárrez, Claudia Ivette González, María de los Ángeles Acosta Ramírez, Mayra Juliana Reyes Solís, Merlín Elizabeth Rodríguez Sáenz y María Rocina Galicia), un símbolo con el que los familiares rindieron tributo popular a las fallecidas, fueron recuperadas ayer en un monolito de 1,19 millones de dólares al que acompañan las fotografías de las jóvenes y un puñado de flores.

El subsecretario de Gobernación, Felipe Zamora, en nombre del Estado mexicano, inauguró el monumento con una nota de disculpa que no satisfizo a los familiares. «Reconocemos la responsabilidad por todos esos actos y omisiones que nunca debieron tener lugar porque fueron actos de violencia, discriminación e irresponsabilidad del Estado mexicano en su conjunto, cuya consecuencia fue la pérdida de vidas humanas y la devastación de familias enteras», expresó Zamora. «Por ello pedimos perdón, tenemos obligación de investigar estos delitos, y no nos referimos sólo a los homicidios, sino también a las inconsistencias, errores y actos de negligencia cometidos por los servidores públicos a cargo de las investigaciones», resaltó.

El discurso de Zamora fue interrumpido en varias ocasiones por los familiares de las víctimas que reclaman al Gobierno de Felipe Calderón que cumpla con la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y esclarezca las muertes y desapariciones de decenas de mujeres en Ciudad Juárez. A finales de 2009, la Corte declaró al Estado mexicano responsable de la muerte de las muchachas, halladas junto a otras cinco mujeres en la zona conocida como Campo Algodonero, y le conminó a pedir perdón, levantar un monumento en honor a las fallecidas y reanudar las investigaciones, entre otras medidas.
 

Un burdel en prisión (con gallos de pelea)
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