Valencia

Demasiados nervios por Iñaki Zaragüeta

La Razón
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No sé si es la crisis, la calor o el estrés. Algo nos pasa. El presidente de la Generalitat lanza la bomba del 19 de marzo y del 9 de octubre sin encomendarse a Dios (podría ser el Ayuntamiento de la ciudad) ni al diablo (el mundo fallero) y, según los mentideros capitalinos, aceptando fielmente el deseo de los empresarios, especialmente de uno, y abre una batalla inesperada. Dicen los estrategas que la sorpresa es una cualidad idónea para la victoria. En concordancia con el paisaje, le imputan no hacer lo propio con la Magdalena de Castellón, cuando ésta siempre es en domingo. Demasiados nervios.

Es verdad que en España hay demasiados puentes, que alteran la normalidad de la vida cotidiana en todos sus aspectos -económico, civil, social, administrativo, etc- con perjuicio para las cuentas y la productividad. Sin embargo, no parece lógico acometer ese reto en solitario, sin un plan nacional y sin negociar con la Iglesia católica. Buena parte de los festivos son religiosos: Reyes, Jueves y Viernes Santo, el Pilar, la Inmaculada, Navidad...

Dicho esto, resulta extraño comenzar por dos fechas que, posiblemente, son las de «no tocar» o, al menos, las más polémicas, por lo que se imponía consultar y dialogar con el mundo fallero, que no es cualquier cosa en Valencia.

El presidente, sabiamente, ha rectificado y hablará con quien haga falta.

No quiero creer la interpretación de que todo ha sucedido para tapar los ecos mediáticos del ERE de RTVV. El incendio de Andilla no apagó el de Cortes. Al contrario. Así es la vida.