Ordóñez: «Lo de la CAM es lo peor de lo peor»

Al gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, no le dolieron prendas ayer al calificar de «escandalosa» la gestión de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, tras conocerse que su ex directora general, María Dolores Amorós, fue despedida por una gestión deficiente, y aseguró que el organismo abrirá expedientes si procede. Por desempeñar ese cargo, al que accedió a finales de 2010, Amorós, recibía una retribución anual de 593.040 euros, además de una pensión vitalicia de 369.497 euros por ejercicio, informa Efe.

Fernández Ordóñez dijo que, aunque a título personal le «parece escandalosa» la gestión de la entidad, ahora el organismo que él dirige y el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), lo que tiene que hacer «es ajustarse a derecho». «Hay un protocolo que hay que seguir», añadió el gobernador, que recordó que tras la intervención de la entidad hay que investigar la gestión que se ha llevado a cabo y abrir expedientes en el caso de que haya que hacerlo, pero llevar a cabo el proceso «con un cuidado exquisito».

«Hay que ser escrupuloso, aunque entiendo que la gente se escandalice», manifestó el gobernador del Banco de España. «Como uno no haga bien las cosas y reaccione por las tripas, no se hará bien», reconoció Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que no descartó que la intervención de la caja alicantina le cueste dinero al ciudadano, ya que «cuando peor es una caja, ésta vale menos», y «estamos hablando de la CAM, que es lo peor de lo peor».

Subasta
Al respecto, explicó que el Banco de España decidió intervenir la caja porque no era viable, a diferencia de otras entidades como las catalanas o la gallega, que se decantaron por la entrada en su capital del FROB como vía para recapitalizarse. «Lo importante ahora es enviar el mensaje de que el Banco de España está en la caja y de que en el futuro, tras su adjudicación, entrará alguien serio», señaló. No quiso detallar el proceso de subasta de la CAM y su posible resolución, y se limitó a afirmar que «las posibilidades son todas», en alusión a que la adjudicación quede finalmente desierta.

Respecto a la posibilidad de que el Estado no logre recuperar la inyección de 2.800 millones de euros destinada a capitalizar la entidad, el gobernador se afanó en recalcar que «lo importante es que el Banco de España está administrando la entidad, por lo que los depositantes pueden estar tranquilos».