Bruselas

Merkel al alza pese a las críticas

La canciller alemana se presenta a la reelección en 2013 con todas las encuestas a su favor

La mayoría cree que éste es «primero el Estado, después el partido»
La mayoría cree que éste es «primero el Estado, después el partido»larazon

Carece de glamour y hasta de carisma, pero la canciller Angela Merkel ha demostrado que, pese a que sus enemigos aumentan en el exterior por su rigidez y sus medidas de austeridad, en Alemania la valoran no sólo como gestora de la crisis, sino como líder. Está comprobado que, mientras ella se mantiene fiel a sus principios y políticas, su popularidad sigue en aumento. No importan las críticas en los medios de comunicación alemanes o europeos, Merkel continúa siendo la canciller mejor valorada de la historia germana desde la II Guerra Mundial. Tampoco las crisis domésticas, como los malos resultados electorales de mayo en Renania, que posteriormente la hicieron tomar la decisión de despedir a su «protegido» y ministro de Medioambiente, Norbert Rottgen. Ni siquiera la llegada de François Hollande al Elíseo y –sobre todo– a las cumbres europeas ha conseguido mermar sus índices de aprobación. El mes pasado, una encuesta de ARD indicó que el 66% de los votantes alemanes estaban contentos con la política de la canciller. En cuanto a la crisis de deuda de la eurozona, el 58% aprueba las decisiones que está tomando, pese a que el 85% cree que la recesión será peor en el futuro.
Merkel, para ser reelegida en 2009, asumió el lema de hacer las cosas por el país antes que por ella. «Su aparente falta de autopromoción forma parte de su propia promoción», aseguró entonces Gerd Langguth, el biógrafo de la canciller. Ahora, ante las elecciones en octubre de 2013, parece que sigue impulsando esta consigna. De hecho, en un sondeo de junio, elaborado por Forsa para la revista «Stern», una amplia mayoría de los alemanes señaló que Merkel es desinteresada. Un 47% aseguró que el país es su prioridad a la hora de trabajar. Para casi la mitad, Merkel actúa bajo el lema: «Primero el Estado, después el partido».
«Ha aprendido a sacarle partido a su falta de carisma», dijo Langguth al diario «The National». Por supuesto que ha tenido altibajos en la opinión pública, pero como se explica en una investigación de The Real Asset Company, «ha dejado una marca positiva en la última década. Para muchos resulta cargante y aburrida, pero otros piensan que Merkel es la prueba de que la buena política en tiempos de crisis no tiene nada que ver con el carisma y el glamour, sino con una forma serena y consistente de liderar». Hace un año, la revista «Forbes» la alzaba como la mujer más poderosa del mundo, mientras que daba un bajonazo a nivel local. Pero en febrero de 2012, tras una reunión nocturna en Bruselas luchando por la supervivencia del euro, Merkel volvió a Berlín para nombrar a Joachim Gauck como nuevo presidente alemán. Son este tipo de gestos los que la impulsan en las encuestas.
En las filas de la Unión Demócrata Cristiana lo saben y por eso, como publicó «Spiegel» en mayo, «no es ningún secreto que los estrategas del CDU en la campaña de 2013 se centrarán completamente en Merkel como persona». Es más, a nivel de partido, las encuestas dan un 31% al CDU, un 27% a la centroizquierda de SPD, los Verdes (aliados de SPD) han subido a un 14%, mientras que FDP –aliados de CDU– han bajado a un 4%. Es decir, que la tendencia gira a la izquierda. Merkel ya se ha dado cuenta, y ha hecho guiños a la izquierda alemana como anunciar el cierre de 17 plantas nucleares tras la crisis de Fukushima, terminar con el servicio militar obligatorio –pese la fuerte oposición en su partido– o aumentar el salario mínimo del país. Como resultado, el 60% de los simpatizantes de los Verdes tienen una opinión positiva de la canciller. Como auguró en 2008 Langguth, su biógrafo, «es apta para distintas coaliciones y estará en su despacho más tiempo de lo que mucha gente sospecha».