Despedir 2010 en Paradores tiene premio

Ser previsores nunca está de más. Sobre todo si hablamos de salir de viaje, y más aún en épocas tan especiales como el Fin de Año. Aunque cada vez está más de moda la costumbre de preparar un viaje en el último minuto, los más clásicos, que prefieren reservar con tiempo, disfrutan de grandes ventajas. Es el caso de aquellos huéspedes que opten por concretar sus vacaciones navideñas en cualquier alojamiento de Paradores de Turismo antes del próximo 15 de noviembre. Y es que ser previsores tiene premio, pues le permite al viajero conseguir noches gratis en la red de establecimientos.
Así, la empresa pública hotelera apuesta por invertir la tendencia actual del mercado turístico, pues considera que el «último minuto» es negativo tanto para el viajero –que se arriesga a no poder disfrutar del lugar y de la fecha deseada– como para las empresas hoteleras –que no pueden prever la ocupación real y tienen más dificultades para ofrecer un servicio de calidad–.
Por ello, Paradores premia a sus clientes que reserven anticipadamente. Y lo hace con una noche de estancia en alojamiento y desayuno en cualquier establecimiento de la red si se reserva un paquete de Fin de Año antes del 15 de noviembre.

Con cotillón o sin él
Beneficiarse de esta iniciativa es muy fácil. Al realizar la reserva de Fin de Año, ya sea con cotillón o sin él, el parador elegido regalará al cliente un Bono Noche Paradores, lo que se traduce en una habitación doble estándar, alojamiento y desayuno para dos personas. Con este bono regalo el cliente podrá alojarse gratis en la mayoría de paradores de la Red durante los meses de enero, febrero o marzo de 2011.
Pero, ¿qué planes propone Paradores para despedir a lo grande el año 2010? Las posibilidades son de lo más atractivas, según las preferencias del huésped. Por un lado, podrá disfrutar de una suculenta cena de gala de Fin de Año, alojamiento la noche del 31 de diciembre y desayuno tipo bufé el 1 de enero. Pero si prefiere apurar el descanso un día más, la segunda opción incluye otra noche de alojamiento y desayuno.
Dar la bienvenida al nuevo año en cualquiera de los establecimientos de Paradores merece la pena. La experiencia es una de esas que dejan huella, tanto en la memoria como en el paladar. No es para menos, pues las delicias culinarias de los menús de Nochevieja son de lo más sabrosas y sorprendentes.
Pero además de cenar de lujo, el descanso también está asegurado, gracias a unas estancias amplias y muy cómodas. El Parador de Arties, refugio pirenaico ubicado en el Valle de Arán, es perfecto para los amantes de la nieve, mientras que el de Jarandilla de la Vera, en Cáceres, es ideal para una escapada en familia con un toque histórico. La playa queda a un paso del Parador de El Saler, en Valencia, aunque, si lo que busca es escapar del frío, nada mejor que alojarse en alguno de los cinco paradores ubicados en las Islas Canarias y despedir 2010 en manga corta.