Libros
Trabajo entre caña y caña
Los bares de la capital acogen el «afterwork», otra forma de terminar la jornada laboral entre compañeros.
MADRID- Se esperaban 1.700 pero fueron hasta 3.000 los «afterworkers» que se juntaron el pasado jueves en trece locales de la capital en una cita que se diferencia de las tradicionales cañas en que se toman no con amigos sino con compañeros de trabajo. Celebraron el final de un «duro día», la cervecita después de ocho horas o más en el «tajo», aseguran, es clave para lograr abstraerse de los problemas laborales, aunque con los que compartas «las cañas» sean las personas con las que trabajas codo con codo o, en alguna ocasión, incluso tu jefe. Lo difícil es lograr dejar a un lado los temas relativos al trabajo.
«Siempre caes en la tentación de contestar a algún mail o de hacer alguna llamada», reconoce Jesús Sánchez, un urbanita de 40 años que se decanta por el «afterwork» que cada jueves se organiza en el Midnight Rose, en la plaza de Santa Ana. Mientras espera a su esposa, Jesús explica cómo toma forma este nuevo modelo de «tomarse algo» al final del día. «Ves que acude gente muy moderna y actual. Es una nueva visión», añade. Porque, aunque sea con personas de tu entorno laboral, los bares crean ambientes fuera de la agresividad del entorno de trabajo. «En ellos eres capaz de encontrar algo de paz, o por lo menos de descansar del ordenador», añade Diego Antoñanzas, director de Relaciones Públicas de Heineken.
✕
Accede a tu cuenta para comentar