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Egipto bajo la sharía

Los Hermanos Musulmanes, que por ahora ganan las elecciones, gobernarán con la ley islámica

Egipto aplicará la «sharia» y prohibirá el consumo de alcohol
Egipto aplicará la «sharia» y prohibirá el consumo de alcohollarazon

El Partido Libertad y Justicia, vinculado a los Hermanos Musulmanes, aplicará la sharía (ley islámica) y prohibirá el alcohol en Egipto. Presentarse a las eleciones como un partido moderado les ha llevado en volandas para arrasar en las dos primeras rondas. Sin embargo, a falta de la última fase de las votaciones (3 y 4 de enero) y según se acerca el momento en el que alcanzarán con casi total seguridad el poder, las ideas se tornan hacia un islamismo cada vez más extremo. Uno de los líderes del movimiento, Sobhi Saleh, afirmó en el diario egipcio «Al Masry al Youm», que «la sharía estaba planificada desde 1928, el islam es la solución», y añadió que se prohibirá el alcohol porque «el turismo no significa desnudez y borracheras». El turismo está en juego. Si bien es cierto que han perdido millones de turistas por las revueltas, la situación puede recrudecerse aún más con esta decisión. Egipto ha vivido a lo largo de muchos años de esos cruceros repletos de visitantes deseosos de recorrer el desierto y observar de cerca las pirámides. Ahora, «el país de los faraones» puede vivir una situación económica catastrófica con la determinación de prohibir bebidas alcohólicas. Por otra parte, fuentes de los Hermanos Musulmanes señalaron que el movimiento se plantea incluir a jóvenes revolucionarios en el sistema político para establecer un contrapeso y evitar así la organización de manifestaciones y sentadas continuas que perjudiquen la estabilidad del país. Dentro del entorno radical que se ha desarrollado en la vida política egipcia, un grupo de jóvenes salafistas lanzó una iniciativa para crear una policía moral en Egipto. Su función es velar por el estricto cumplimiento de los códigos islámicos de vestimenta y moral, a imagen y semejanza de los «Mutaween» en Arabia Saudí. En su página de Facebook anunciaron la creación de una autoridad para la promoción de la virtud y la prevención del vicio. El cuerpo estaría integrado por voluntarios y comenzaría sus labores administrativas el 1 de enero para patrullar las calles en febrero. Explican que el motivo fundamental es «el islam y la sentencia de Dios que ha elegido la mayoría del pueblo egipcio durante las elecciones, alejada del sucio liberalismo». En un primer momento, este grupo mostró su simpatía hacia el partido salafista Al Nur, que de momento va segundo en los resultados de los comicios, con el deseo de que esta formación gestionase la propuesta, pero finalmente fue rechazada. El jefe del Comité de Información de Al Nur, Ahmad Naghib, quiso aclarar que no están vinculados a esa propuesta y consideró cualquier intento de relacionarlos como una artimaña electoral para hacerles perder votos. Cuando se esperaba que la caída de Hosni Mubarak (11 de febrero de 2011) desembocase en una moderada transición democrática, se dio paso a una Junta Militar que asumió el poder. Todo esto originó más protestas para exigir la celebración de unas elecciones lo antes posible y la caída de la Fuerza Militar, que reprime con violencia las concentraciones. Los asentados en la plaza Tahrir (cuna de las revueltas) han acusado a la Junta durante muchos meses de estar a las órdenes del anterior régimen. Ahora, a unos días de que finalice la tercera ronda de las elecciones, no se sabe en qué terminarán las protestas. Pero lo que sí se conoce es que el partido más votado en los comicios y que podría gobernar Egipto regirá el país con la ley islámica.


Educar a los turistas
El mismo grupo de jóvenes salafistas que ha tenido la iniciativa de crear una policía moral para velar por el cumplimiento de la ley islámica afirmó que tiene la intención de abrir sucursales en lugares turísticos «para incitar a los visitantes a que se sometan a las tradiciones de la comunidad egipcia y respetar la religión musulmana». La idea de esta organización es imponer el islam más radical para que se cumpla con los códigos de vestimenta y las reglas sociales; mientras se produzcan las cinco oraciones diarias, las tiendas permanecerán cerradas. Prometen castigar a las personas que se nieguen a cumplir los requisitos.