La sociedad civil por César Alcalá

Primera semana de campaña electoral y todo sigue igual. Como que la precampaña ha sido tan larga, ahora todos tienen que repetir mensajes ya citados con anterioridad. Es más algunos actores políticos empiezan a cansar con unos discursos que no se los creen ni ellos.

En cambio, la discusión se ha trasladado a la sociedad civil. Este hecho no había ocurrido en anteriores comicios. Y, claro, hay de todo. Eso sí, los que apuestan por la independencia son una minoría. La mayoría están cabreados con esta deriva separatista y no quieren romper con España. También consideran que si hay que dialogar, que se haga, y que se zanje así el tema de una vez por todas.

La sociedad empieza a cansarse de discursos ambiguos. Según con quien se hable, somos españoles y, según con quien, catalanes.

Así actúa Convergència i Unió y ya cansa. Por eso hay una cierta desmotivación. Después del 25 de noviembre la realidad es que todo seguirá igual y los problemas económicos serán exactamente los mismos que ahora. De ahí la desafección social que se palpa en la calle.

No hay duda de que el pensamiento político no va en paralelo con el pensamiento social. Lo que necesitan unos se aparta del discurso político. En estos momentos, nadie está hablando de la abstención y hay que tenerla en cuenta. Viendo lo que se nos viene encima algunos piensan como aquel viejo y universal chiste: «Virgencita, vigencita, que me quede como estoy». Al respecto algunos políticos tendrían sin duda que recapacitar un poco y escuchar más a la sociedad civil.