Zurich

Joseph Blatter reelegido como presidente de la FIFA

Joseph Blatter (Suiza, 1936) fue reelegido hoy para un cuarto mandato al frente de la FIFA, en una votación a la que concurrió sin oponente, después de que fuese inhabilitado de forma provisional, por supuesta corrupción, el catarí Mohammed Bin Hamman, que había expresado su intención de presentarse a la elección.

Las Federaciones de Gales e Irlanda del Norte optaron por no apoyar a Inglaterra en su propuesta de posponer la elección presidencial de la FIFA, que finalmente se celebró con Joseph Blatter como único candidato.

La iniciativa de la Federación Inglesa en el Congreso de la FIFA para posponer la reelección de Blatter por las recientes acusaciones de corrupción contra algunos miembros de ese órgano, que fracasó a causa de los 172 votos en contra y los solo 17 a favor, fue respaldada por la Federación Escocesa, pero no por la de Gales ni la de Irlanda del Norte.

Éstas destacaron que el propio David Bernstein, actual presidente de la FA inglesa, fue el único candidato presentado ante el consejo de esa federación en la última elección a la presidencia."Ocurrió con Michel Platini en la elección presidencial de la UEFA a principios de este año, ocurrió con Blatter la última vez hace cuatro años", recordó Jonathan Ford, presidente de la Federación de Gales, en declaraciones a la agencia local Press Associated.

"El proceso es muy, muy claro y podría decirse que hemos visto el nivel de apoyo a un solo individuo hoy", añadió éste. Ford puso en duda si el cancelar la elección de hoy era la decisión correcta: "En un mundo ideal siempre tendrías más de un candidato, pero esto ha ocurrido muchas, muchas veces antes".Por su parte, la Federación de Irlanda del Norte prefirió no hacer ningún comentario, pero se sabe que ésta no quiso ofrecer su respaldo a la propuesta de Inglaterra.

El Reino Unido es el único país que cuenta con cuatro Federaciones distintas y con representación de cada una de ellas dentro del comité ejecutivo de la FIFA.
Escocia, Gales, Inglaterra e Irlanda del Norte tienen a su propio vicepresidente en el comité ejecutivo de la FIFA. Son las únicas federaciones nacionales representadas de manera individual en ese órgano y cada uno de ellos tiene derecho a voto en los cónclaves, unos privilegios históricos que siempre han sido muy criticados por otras naciones.

Coronel del fútbol mundial

El coronel suizo que rige el fútbol desde hace trece años, superó hoy el momento más comprometido en la FIFA y recibió de nuevo la confianza mayoritaria para iniciar un cuarto mandato con una mínima oposición.

Con 75 años recién cumplidos, Blatter demostró su fuerza en una organización a la que pertenece desde hace 36 años y en la que ha sabido manejar profundas crisis de credibilidad como esta última, que ha dejado en el camino al catarí Mohamed bin Hamman, el único dispuesto enfrentarse a él en estas elecciones.

Octavo presidente de la FIFA, Blatter llegó a la presidencia el 8 de junio de 1998, como relevo del brasileño Joao Havelange después de 23 años. La experiencia junto a éste y los 36 años que lleva en la casa le han convertido en uno de los directivos más influyentes, que desde 1999 es miembro del Comité Olímpico Internacional (COI).

Futbolista aficionado, entrenador, atleta y licenciado en Economía y Administración de Empresas por la Universidad de Lausana y con grado de coronel del ejército suizo, "Sepp"Blatter (Visp, 1936) cumplió 75 años el 10 de marzo.

Gran diplomático y dominador de 5 idiomas -inglés, francés, español, alemán e italiano-, Blatter inició su carrera profesional en 1959 en la Oficina de Turismo de Valais -su región natal-, y en ella incluye la secretaría general de la Federación Suiza de Hockey Hielo y el ejercicio del periodismo.

Fue relaciones públicas de Longines y director de Sports Timing (1968-75), puesto por el que participó en la organización de los Juegos de Munich'72 y de Montreal'76.

En verano de 1975 tuvo su primer contacto con la FIFA tras la llegada a la presidencia de Joao Havelange. En poco tiempo logró su confianza y en 1981 el brasileño le designó secretario general.

Aunque pensaba salir de la FIFA junto a Havelange, varias federaciones le animaron a optar a la presidencia contra el sueco Lennart Johansson -entonces presidente de la UEFA-, al que ganó.

Antes de ser reelegido hoy en Zúrich, Blatter ha superado momentos difíciles y otras dos elecciones. La primera, en vísperas del Mundial 2002 en Seúl, inmersa en otra enorme polémica en la que chocó con la oposición de cinco de sus vicepresidentes.

La inició quien hasta entonces fue su hombre de confianza, el secretario general, Michel Zen-Ruffinen, declarado recientemente persona non grata para la FIFA en el escándalo creado por la elección de los mundiales de 2018 y 2022, que le acusó de corrupción.

Blatter respondió con autoridad en las urnas y conservó la presidencia con 139 votos de los 197 posibles frente a los 56 de su único rival, el camerunés Issa Hayatou, aún vicepresidente de la FIFA.

El resultado le permitió gobernar sin oposición, retrasar un año la fecha de las siguientes elecciones para no coincidir con el Mundial de Alemania 2006 e iniciar en 2007 su tercer mandato.

El éxito de su arriesgada apuesta por Sudáfrica para el Mundial de 2010 y el crecimiento y la solvencia de la FIFA frente a la crisis económica mantuvieron calladas las pocas voces discordantes hasta la elección de las sedes de los mundiales de 2018 y 2022.

Las sospechas de corrupción sobre los que debían votar, aireadas por la prensa inglesa, llevaron a la suspensión de dos miembros del Comité Ejecutivo que optó por Rusia y Catar, en desprecio a países como Inglaterra, España/Portugal o Estados Unidos y en clara opción por un orden mundial con más peso del dinero que del fútbol.

Hace dos meses Blatter conoció que el catarí Mohamed bin Hammam, hombre fuerte de Catar 2022 y miembro del Ejecutivo de la FIFA, se atrevía a pugnar con él por la presidencia.

Tras una campaña electoral normal en apariencia, el Comité Ético de la FIFA suspendió provisionalmente a Bin Hammam hace tres días ante la denuncia de otro integrante del Ejecutivo, el estadounidense Chuck Blazer, por posible compra de votos del catarí.

Bin Hammam pidió que se investigara también a Blatter, por no hacer nada para evitar posibles sobornos, pero el Comité Ético, creado por el propio Blatter, no encontró evidencias de ello. Su cuarto mandato acaba de empezar.