OPINIÓN: Entrar como un elefante

Voy a contarles el caso del director del departamento de «marketing» de una empresa quien, sólo dos meses después de haberse incorporado a la misma, tenía a todo su equipo en contra. Entró con una visión muy clara de qué quería conseguir de sus empleados, sin importarle en absoluto comenzar rompiendo el enfoque del anterior director. Intentó forzar un «cambio radical» en la forma de entender el trabajo y terminó «entrando como un elefante en una cacharrería».
El ejecutivo en cuestión no se molestó en informar a sus subordinados de los cambios que pensaba hacer, tampoco compartió la visión que él tenía del trabajo con los que, al fin y al cabo, deberían realizarlo, y no permitió que ninguno de ellos aportase su punto de vista. Se limitó a copiar un modelo externo.
El resultado fue el que ya hemos mencionado, el departamento al completo se rebeló contra el nuevo modelo de trabajo y contra el jefe en particular, elevando quejas a la dirección de la firma y amenazando con la posibilidad de acciones legales si no se solucionaba el problema. Los directivos de la empresa llamaron a capítulo al nuevo ejecutivo y le ordenaron que evitase crear conflictos.
A la hora de aplicar cambios se ha de tener mucho «tacto». El líder debe compartir su visión con su entorno e inspirarles para que sean sus aliados. Una organización es un conjunto de personas que tienen sentimientos que han de tenerse en cuenta ante las modificaciones.