España
La Fiscalía de Murcia desoyó los avisos por las agresiones al PP
El Partido Popular de la Región de Murcia está siendo objeto de una feroz persecución que derivó el pasado sábado en una brutal agresión al consejero de Cultura y Turismo del Gobierno murciano, Pedro Alberto Cruz.
No obstante, los miembros populares buscaron protección donde debían pero recibieron la callada por respuesta. De esta manera, LA RAZÓN ha podido saber que el Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia, Manuel López Bernal, desoyó los avisos que le hicieron llegar varios dirigentes del PP murciano para solicitar su intervención por las agresiones de las que estaban siendo objeto los políticos populares. López Bernal mostró una actitud taciturna y se puso de perfil comentando que los ataques sobre el PP ocurren en todas las manifestaciones.
Según ha podido saber este diario, miembros del PP de la Región de Murcia se dirigieron a López Bernal para pedir protección después de los hechos que acaecieron a las puertas de la Cámara de Comercio de Murcia el pasado 22 de diciembre de 2010. A última hora de la tarde de esa jornada sufrieron agresiones el senador del PP por Murcia, Pedro Manuel Hernández y el secretario general de la Consejería de Presidencia del Gobierno Autonómico de la Región de Murcia, José Gabriel Ruiz. Hernández, declaró ayer a LA RAZÓN que «recibimos golpes por la espalda y los brazos, escupitajos y una retaíla de insultos como hijo de puta, fascista, cabrón y amenazas del tipo esta noche te vamos a machacar».
Esta virulencia de los manifestantes congregados a instancias de los sindicatos provocó que los políticos populares objeto de la ira de los atacantes tuvieran que buscar cobijo en la Iglesia de Santo Domingo del centro de Murcia. «Tuvimos que entrar en la iglesia e interrumpir la misa y salir dentro de un furgón de la Policía Nacional mientras los manifestantes golpeaban la puerta de la iglesia para intentar pegarnos. No recordaba nada igual en España desde 1936», explicó Hernández.
Toda esta peripecia le fue expuesta al fiscal López Bernal por miembros del PP y éste declaró con asombro supino para sus interlocutores que poco menos que era «el pan de cada día» siempre que se produce una manifestación en España. Lo cierto es que la Fiscalía murciana tenía conocimiento desde el primer momento del asedio al que se veía sometido el entorno del PP y su respuesta fue tan inoperante como quedar de brazos cruzados mientras los lanzamientos de huevos contra el portal del domicilio personal del presidente de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, se convirtieron en una deleznable costumbre de la que se hacían partícipes los manifestantes sindicales con el aplauso y el apoyo directo de dirigentes socialistas actuales como Begoña García Retegui, candidata del PSOE a la presidencia de la Comunidad murciana o el aspirante a alcalde de Murcia, Pedro López.
Entre la actitud instigadora de unos (los sindicatos) y la postura inactiva de otros (el fiscal López Bernal) lo único cierto es que el PP murciano ha quedado a expensas de los antojos de unos salvajes que creyeron tener derecho para atacar por discrepancias políticas mientras la Fiscalía asistía a los hechos calificándolos de normales.
«No quiero tener un hijo mártir»
El padre del consejero de Cultura de Murcia brutalmente agredido declaró ayer que «no quiero tener un hijo mártir sino fuera del hospital». Además, Pedro Alberto Cruz, afirmó que antes de entrar al quirófano le dijo que «mi venganza contra los agresores va a ser volver a trabajar cuanto antes». Con esta firmeza se mostró el político murciano que ayer recibió el apoyo de centenares de ciudadanos en dos concentraciones organizadas para mostrar su apoyo y desprecio al ataque y al uso de la violencia.
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