Rasquera planta cara al Estado para mantener la plantación de cannabis

Barcelona- Al alcalde de Rasquera, Bernat Pellisa, no le tiembla la voz cuando asegura que la polémica plantación de cannabis que ha ideado para salvar la economía de Rasquera (Tarragona) está «totalmente dentro de la legalidad». Así de claro lo dijo ayer tras anunciar que recurrirá la paralización cautelar que la juez del contencioso-administrativo número 1 de Tarragona ordenó sobre el proyecto del municipio esta misma semana.
La Abogacía del Estado presentó un recurso el pasado 30 de marzo, con tal de invalidar el acuerdo al que llegaron el Consistorio y el club de fumadores Abcda (Asociación Barcelonesa Cannábica de Autoconsumo), que ya ha abonado 36.000 euros al Consistorio para poner en marcha la plantación de marihuana a gran escala en el municipio.
Rasquera, no obstante, ha decidido plantarle cara al Estado y defender «hasta el final» un proyecto que se ha paralizado por «pura alarma social» sin temor a las consecuencias legales que pueda traer la ardua tarea de defender un modelo económico basado en el cultivo de la marihuana.
Tanto el alcalde como el coordinador de la estrategia jurídica de la plantación, Martí Canaves, estudian presentar una demanda por «daños y perjuicios» por el retraso que esta «traba judicial» supone para los ingresos que debía sumar el Consistorio con el cultivo de maría. «Este mismo mes de julio debíamos comenzar a ingresar 54.000 euros mensuales, y así los próximos dos años», explicó.
Rasquera tiene hasta el 24 de julio para recurrir la paralización cautelar de la plantación.
Desde que el pleno del Ayuntamiento aprobó su particular «plan anticrisis», Rasquera está en el punto de mira. Los vecinos dijeron «sí» a la medida estrella, pero no con el 75% de apoyos que se fijó el alcalde para no dimitir, aunque luego afirmó que sigue en el cargo «por responsabilidad».

Ocho arrestos en entidades
Mientras la polémica en torno a la plantación sigue su curso, los Mossos anunciaron el arresto de ocho miembros de dos asociaciones cannábicas de Barcelona –Barceloca y Dejavú– y la incautación de dos kilos y medio de marihuana y hachís. Los detenidos son los cuatro máximos responsables y cuatro asalariados, acusados de tráfico de drogas.