Amor sin muerte

Esa noche, nadie hubiera podido pensar que lo que era una celebración entre amigos y compañeros de trabajo, pudiera terminar de una forma tan trágica. La historia de una cena de trabajo en Boadilla, la historia de Javier y de María, se ha convertido desgraciadamente en una crónica negra. Nuestra sociedad empieza a tener demasiada violencia gratuita y un exceso de brutalidad. Todos deberíamos buscar las causas que convierten a personas aparentemente normales en seres capaces de actos tan atroces. Sólo cuando, sin maniqueísmo, seamos capaces de hurgar en el alma de la sociedad y tengamos el valor de afrontar de verdad el problema, estaremos en posición de librarnos de la lacra de la violencia de género. En esa búsqueda es en la que nos tenemos que emplear, y no tengo dudas de que en ese afán nos encontraremos en que el origen del problema está en la falta de valores y referentes. En una falta de esperanza que convierte la caricia en golpe y confunde el amor con la muerte.