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La economía vuelve a los números rojos y le rompe el discurso a Griñán

El PIB se contrae un 0,1 por ciento en el tercer trimestre, frente a la tendencia al alza de los dos anteriores.

El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, entre claroscuros económicos
El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, entre claroscuros económicoslarazon

Sevilla- El Gobierno andaluz se empleó a fondo tras el verano en «vender» la recuperación económica de la región. Tanto es así que el consejero del ramo, Antonio Ávila, dio por satisfecho este objetivo y adujo que de lo que se trataba ahora era de intentar asentarlo. Pese al aumento encadenado del paro, el Ejecutivo de José Antonio Griñán se apoyó en una serie de indicadores para envolver el discurso: el aumento de un dos por ciento de la inversión empresarial en el segundo trimestre, el crecimiento de las exportaciones en un 25 por ciento en el último año –mientras que en España fue de un 16%–, crecieron las hipotecas, el número de empresas, la inversión extranjera, la venta en grandes almacenes o el índice de confianza de los consumidores. Pero sobre todo, tanto Griñán como los miembros de su Gobierno se aferraron a un dato: el PIB creció en los dos primeros trimestres del año –de abril a junio un 0,2 por ciento–, lo que liberaría teóricamente a Andalucía de la recesión.
Sin embargo, ayer se hicieron públicos los datos de Contabilidad Regional Trimestral de Andalucía. La economía se contrajo un 0,1 por ciento en el tercer trimestre respecto al anterior y el descenso en la tasa interanual fue del 0,2 por ciento. Vuelven otra vez los números rojos y la presunta recuperación se tambalea.
Ahora cobra interés la intervención parlamentaria del presidente de la Junta en el pleno del 16 de septiembre, el primero tras el parón estival. El día previo, por la tarde, la consejera de Presidencia llegó a la Cámara inflamada de optimismo: «Vamos a por un 2011 en positivo». Griñán siguió dando hilo a la cometa. «Mire –le espetó al presidente del PP-A, Javier Arenas, por ejemplo– los dos trimestres han registrado crecimiento positivo del PIB. Nosotros previmos, en el Presupuesto que se debatió con la consejera de Hacienda un crecimiento negativo para este año –del menos 0,3 por ciento para 2010 y del 1,3 en 2011–, y usted dijo que habíamos hecho unas previsiones que no se iban a cumplir porque eran excesivamente optimistas y falsas. Bueno, vamos mejor de lo que previmos, y usted mucho peor de lo que previó; pero Andalucía, mejor», recoge el Diario de Sesiones de la Cámara. En esta línea, Griñán abundó: «Quiero decirle con esto que usted no hace previsiones, sino que expresa sentimientos y, sobre todo, deseos. Porque es verdad, no estamos en recesión técnica».
Tras la alocución de José Antonio Griñán, los dos líderes de la oposición lo acusaron de no querer ver la realidad de Andalucía y este periódico apuntó que la Junta «abrió de par en par el argumento de la recuperación económica, desafiando los posibles dientes de sierra sobre los que avisan instituciones estatales y europeas». La caída de la economía en el tercer trimestre es un claro síntoma de esta salida zigzagueante de la crisis. No obstante, hay datos en el tercer trimestre que sí permiten cierto optimismo. Las exportaciones de bienes y servicios crecieron interanualmente un 7,8 por ciento y el gasto en consumo final también subió un 0,6%. La construcción, sin embargo, sigue siendo un lastre. Cayó un 6%, lo que equivale a una aportación negativa de 0,6 puntos porcentuales en el crecimiento del PIB.