Mourinho: «Empieza una nueva vida»

José Mourinho esperaba apoyado en la pared, vestido con el chándal oficial del equipo a que terminaran de hablar sus jugadores. Se exhibió un poco, para que lo vieran, y después se escondió en una de las sillas para las azafatas. Como el boxeador que espera en la esquina a que comience el combate. Porque eso fue la conferencia de prensa en el Bernabéu. Una mezcla entre lo que le sucedió en el pasado con Van Gaal y lo que le sucederá en el futuro en el Bernabéu.

Un espectáculo en el que un periodista italiano se levanta para regalarle un libro y otro ruso le cambia una corona por la chaqueta oficial del Inter. «Hoy no me la pongo, quizá mañana», dijo en italiano. Porque el portugués, respetuoso y políglota, respondía en el idioma en que le preguntaban. Pero si se dirigían a él en español, contestaba en italiano. Las cosas de «Mou».«Trabajamos juntos tres años», dijo de su rival de esta noche. «Vi- víamos a 50 metros, así que trabajábamos las 24 horas. Trabajé como un animal, pero fue un pla- cer», dijo de Van Gaal. «Han pasado 12 o 13 años y parece que fue ayer», añadió. «Cuando nos clasificamos los dos, dije que le daría un gran abrazo antes de la final y otro después. El de antes se lo acabo de dar», confesó.Menos cariñoso pero igual de respetuoso estuvo con el Real Madrid. «No conozco su realidad, sólo su historia», afirmó. Y admitió que a partir de mañana empieza una nueva vida. «Para todos, no sólo para mí. Nos iremos de vacaciones y después empezaremos en distinto club. O seguiremos en el mismo», dijo para despistar. «No puedo decir que sea mi último partido en el Inter. Pero cuando gané la Copa de Europa en 2004 con el Oporto ya sabía que era mi último día allí y que iba a fichar por el Chelsea». Por si acaso.