Valencia
Leonardo Hernández pone el broche final a la Feria de San Jaime
Con el recuerdo de la emocionante y vibrante tarde en la que José Tomás reapareció en Valencia, la Feria de Julio se cerró con el tradicional festejo de rejones. Una función que comenzó con susto al saltar el primer toro al callejón en medio de unas cuadrillas que no se lo esperaban. Sergio Galán perdió la posibilidad de premio al matar tarde y mal a ese toro tras una actuación en la que dejó llegar mucho. También mató mal al cuarto, un toro de mucho peso y más parado, con el que tuvo que llevar siempre la iniciativa, luciéndose al llevarle a dos pistas y al quebrar en banderillas.
Leonardo Hernández tuvo un primer toro distraído, teniendo que tirar siempre de él, convenciéndole poco a poco para que se arrancase y siguiese a sus monturas, lo que consiguió no sin esfuerzo y empeño. Mató luego de manera espectacular y eficaz. El quinto sacó muchos pies y le obligó no poco, haciendo que no hubiese acierto al clavar los rejones de castigo. Luego se fue acoplando más con su oponente y llegó a entusiasmar al banderillear. Mató con habilidad y prontitud.
El nuevo Manzanares se las vio en su primer turno con un toro de más de seiscientos kilos, al que paró con temple pero con el que pasó sus apuros en banderillas, en una actuación un tanto impetuosa e irregular que remató con un rejonazo muy contrario y trasero. También estuvo muy templado al parar al sexto, clavando luego muy reunido, citando de frente, dando el pecho y clavando al estribo. Tampoco acertó a matar hasta el tercer intento.
Última de la Feria de Julio. Se lidiaron toros de Niño de la Capea, cinco con el hierro de San Pelayo y el 4º con el de Carmen Lorenzo. Sergio Galán, ovación en ambos; Leonardo Hernández, oreja y oreja con petición de la segunda; y Manuel Manzanares, palmas y ovación. Más de media entrada.
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