Málaga
Los «barones» anuncian el fin de la cultura de la subvención
Trasmiten al presidente sus dificultades para aprobar los presupuestos y éste asegura que «estamos en pelotas»
MÁLAGA- Mariano Rajoy se reservó ayer para el discurso con el que hoy despedirá a los 4.000 militantes convocados en Málaga. Toda la convención ha estado al servicio de este cierre para el que su entorno ha alimentado grandes expectativas. Ayer el candidato evitó las preguntas e indirectamente, a través de una persona de su equipo de comunicación, trasladó al Gobierno la responsabilidad de valorar la rebaja en dos escalones en la nota a España por parte de la agencia Fitch. El hueco que él dejó lo ocuparon los «barones», que hicieron de punta de lanza del mensaje de los «sacrificios» que tendrá que hacer España en los próximos años, bajo la promesa de que no afectarán a los servicios sociales ni al Estado del Bienestar.
Al término de la sucesión de discursos que adornaron la segunda jornada de la convención, Rajoy añadió otra foto de familia al álbum que se lleva del cónclave, esta vez con sus presidentes autonómicos. A petición de los dirigentes territoriales el posado terminó en una reunión en la que le informaron, uno a uno, de las dificultades, por no decir la imposibilidad, de elaborar los Presupuestos del próximo ejercicio por la inseguridad jurídica de no saber qué va a ocurrir con los del Estado. El líder del PP les pidió prudencia. Desde la tribuna, uno de los más directos fue el balear José Ramón Bauzá, quien anticipó, con el espejo de su gestión en la mano, que vamos camino del fin de la cultura de la subvención y de los «liberados institucionales».
Un discurso valiente, con advertencias, como la de que el PP «va a hacer aquello que muchos otros no se han atrevido a hacer», y con autocrítica, como la de que «las comunidades han vivido por encima de sus posibilidades, pero ya no podemos seguir viviendo como nuevos ricos». Él, como también lo hicieron la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, o el extremeño José Antonio Monago, presentó sus ajustes como credenciales del futuro Gobierno de Rajoy.
«Todo se puede hundir más y todo puede ir a peor mientras haya un Gobierno socialista», dejó dicho Cospedal por la mañana, precursora, por cierto, del duro cuadro que del PSOE pintaron el resto de «barones» en sus intervenciones. «Estamos ante los mayores retos y las mayores dificultades y por eso España necesita un impulso de la mano de un Gobierno de Rajoy», sostuvo Alberto Núñez Feijóo, después de que Esperanza Aguirre defendiese la «austeridad» por ser la mejor arma para superar la crisis. «Todos vamos a tener que hacer sacrificios y los políticos y las administraciones públicas debemos ser los primeros en hacerlos», añadió la presidenta madrileña.
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